La iniciativa es el resultado de una alianza entre Myriota, líder global en conectividad IoT vía satélite, y EDGE, una compañía especializada en la digitalización de yacimientos. Juntas lograron no solo resolver una complejidad técnica de larga data, sino también establecer un nuevo estándar para el monitoreo de operaciones críticas en zonas donde las redes tradicionales no llegan.
La plataforma integra el controlador electrónico Xpert de EDGE con el módulo satelital de Myriota, conformando una arquitectura inteligente, adaptable y escalable. Esta combinación permite capturar y enviar datos desde cualquier punto del territorio, sin necesidad de torres, infraestructura celular ni alimentación constante, lo que representa una solución especialmente efectiva para zonas de difícil acceso.
En los campos de petróleo y gas, la carencia de conectividad suele derivar en decisiones basadas en supuestos, mantenimientos reactivos y un alto impacto ambiental. Las tareas de dosificación de inhibidores químicos, por ejemplo, se realizaban a ciegas, al igual que los recorridos preventivos a instalaciones que, en muchos casos, no requerían intervención alguna.
Con la implementación de esta tecnología, los sensores conectados permiten ahora ajustar parámetros en tiempo real, emitir alertas automáticas, realizar diagnósticos tempranos y evitar interrupciones en la producción. Todo el monitoreo puede realizarse desde un panel web accesible desde cualquier dispositivo y, además, puede ampliarse con FlexSense, una solución plug-and-play que permite despliegues rápidos con sensores e IoT satelital.
Los resultados en campo son contundentes: se registró una disminución del 50% en las paradas no planificadas, un aumento del 60% en pozos y equipos monitoreados por día y una reducción del 40% en los tiempos de respuesta ante fallas. Además, los activos fuera de servicio bajaron un 32%, y los costos de mantenimiento se redujeron hasta en un 12% gracias al uso más eficiente de productos químicos.
La plataforma también tiene un impacto ambiental positivo al disminuir las visitas innecesarias a los sitios, reducir la huella de carbono y mejorar la logística. Estas mejoras responden tanto a criterios económicos como a los nuevos estándares ambientales que exige el contexto global.
En América Latina, donde solo el 37% de la población rural tiene acceso a conectividad —frente al 71% del ámbito urbano—, este tipo de soluciones no solo representa un avance tecnológico, sino una herramienta clave para cerrar brechas y habilitar operaciones eficientes en áreas tradicionalmente relegadas.
Según voceros de EDGE y Myriota, la plataforma ya se comporta como un ecosistema en evolución, capaz de adaptarse a nuevas variables, incorporar distintos tipos de sensores y escalar de acuerdo a las necesidades de cada operador. El sistema ya se encuentra en funcionamiento en Argentina, Colombia, Brasil y Bolivia.
La colaboración entre ambas compañías confirma que la conectividad satelital de bajo consumo es no solo factible, sino estratégica para industrias como la energética. La tecnología desarrollada se caracteriza por su confiabilidad, bajo mantenimiento y rápida implementación, lo que permite su aplicación tanto en pymes como en grandes empresas.
En un contexto de transición energética, la eficiencia operativa y la sustentabilidad dejan de ser objetivos a largo plazo para convertirse en decisiones inmediatas. Esta solución tecnológica representa un ejemplo concreto de cómo es posible combinar innovación, eficiencia y respeto por el medio ambiente en un solo desarrollo.
Fundada en 2015, Myriota brinda conectividad satelital segura, de bajo costo y baja potencia para dispositivos pequeños y de energía limitada. Su red permite servicios de datos IoT escalables y accesibles, orientados a sectores como la agricultura, logística, recursos hídricos y conservación ambiental.
Más allá del éxito técnico y operativo, la alianza entre Myriota y EDGE plantea un nuevo paradigma en la digitalización del sector energético. Su impacto trasciende lo tecnológico y se inscribe dentro de un modelo de desarrollo que apuesta por la innovación como respuesta concreta a las necesidades productivas del presente.