El oleoducto, considerado el mayor proyecto de transporte de petróleo crudo en Argentina en las últimas dos décadas, busca facilitar la exportación de la producción del shale neuquino. Su construcción permitirá trasladar el crudo hacia un nuevo puerto en Río Negro, desde donde será exportado a mercados internacionales.
Maximiliano Westen, miembro del Comité Ejecutivo de YPF, explicó que el Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) se encuentra en dos frentes fundamentales: la aprobación gubernamental y la estructuración del financiamiento. La estrategia prevé que el 70% de la inversión sea financiado con deuda y el 30% restante con capital propio.
Un hito relevante en el desarrollo del proyecto fue la adhesión formal de Chevron y Shell como accionistas del consorcio que lleva adelante la obra. Ambas empresas, que ya formaban parte del esquema inicial, completaron recientemente la firma de contratos que oficializan su participación.
La confirmación de la incorporación de estas dos multinacionales se produce en un contexto de tensiones con el gobierno de Río Negro, que busca establecer un mecanismo recaudatorio para captar parte de la renta generada por el oleoducto. Sin embargo, la participación de Chevron y Shell se interpreta como un respaldo institucional al proyecto.
Desde enero, las obras han avanzado con la movilización de contratistas, el movimiento de tierras y la entrega de tuberías. A su vez, las empresas involucradas esperan que el Gobierno incluya el proyecto en el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), lo que permitiría acceder a beneficios fiscales y aduaneros.
El oleoducto tendrá una capacidad inicial de 550.000 barriles diarios, con posibilidad de expansión hasta 700.000 barriles por día. Su desarrollo es clave para mejorar la infraestructura de exportación y optimizar el acceso del crudo argentino a mercados globales.
En el consorcio participan YPF, Pluspetrol, Pan American Energy (PAE), Vista Oil & Gas, Pampa Energía, Chevron y Shell. Estas compañías asumirán el 30% del financiamiento con fondos propios, mientras que el resto será cubierto con créditos internacionales.
El proyecto también contempla la construcción de una terminal de exportación en Punta Colorada, Río Negro. Desde allí, el crudo será transportado a través de un ducto submarino hasta boyas de carga aptas para operar con buques de gran porte.
YPF estima que la infraestructura del VMOS permitirá incrementar las exportaciones de crudo y reducir costos logísticos. Según sus proyecciones, para 2027 los envíos de petróleo desde Vaca Muerta podrían superar los 20.000 millones de dólares anuales.
El desarrollo del VMOS es parte de una estrategia más amplia de YPF para ampliar su producción y consolidar su infraestructura. En 2024, la compañía alcanzó un récord de producción de 122.000 barriles diarios, con un crecimiento interanual del 26%.
En paralelo, las exportaciones de YPF crecieron un 174% en comparación con el año anterior, alcanzando un volumen promedio de 35.000 barriles diarios. Esta tendencia reafirma la importancia del nuevo oleoducto para sostener el crecimiento del sector.
A pesar de los desafíos regulatorios y financieros, el avance del VMOS representa una oportunidad clave para potenciar la industria hidrocarburífera argentina. Su concreción permitirá mejorar la competitividad del crudo de Vaca Muerta en el mercado internacional.
Negocian financiamiento de US$ 1.700 millones para el oleoducto Vaca Muerta Sur (la clave para la expansión energética)
El proyecto del oleoducto Vaca Muerta Sur avanza con negociaciones clave para asegurar su financiamiento. YPF y sus socios mantienen conversaciones con cinco bancos internacionales para obtener un préstamo de 1.700 millones de dólares, lo que cubriría el 70% de la inversión total estimada en 2.500 millones de dólares.