Del total de las inversiones previstas, tres empresas concentran más del 60% de los fondos: YPF, Vista Energy y Pan American Energy. En conjunto, estas compañías desembolsarán aproximadamente US$ 7.056 millones para desarrollar áreas estratégicas, principalmente en la cuenca neuquina. El resto de los fondos provendrá de otras diez petroleras que, en menor medida, también mantienen compromisos de inversión significativos.
La petrolera estatal YPF es la firma que lidera el ranking de desembolsos con un presupuesto total de US$ 4.589 millones. La mayor parte de esta suma será destinada a Vaca Muerta, con énfasis en la perforación de pozos productores en áreas de alta productividad. La Amarga Chica es el bloque que recibirá la inversión individual más grande: US$ 954 millones, de los cuales US$ 734 millones financiarán nuevas perforaciones.
Otras dos áreas clave para YPF en 2025 son Loma La Lata y Bandurria Sur. En el primer bloque, la compañía destinará también US$ 954 millones, mientras que en Bandurria Sur el presupuesto anual ascenderá a US$ 749 millones. Estas zonas forman parte del núcleo operativo de la empresa en Neuquén, que continuará consolidando su liderazgo en producción no convencional.
Pan American Energy, la segunda empresa con mayores inversiones, proyecta destinar US$ 1.417 millones en el año. Su estrategia difiere de la de YPF en la ubicación de los proyectos, ya que gran parte de los recursos estarán orientados a los yacimientos maduros de Santa Cruz y Chubut, especialmente en Anticlinal Grande - Cerro Dragón, que absorberá US$ 521 millones. No obstante, la petrolera también mantendrá operaciones relevantes en Neuquén, en áreas como Coirón Amargo Sureste y Lindero Atravesado.
En tercer lugar, Vista Energy Argentina canalizará prácticamente toda su inversión anual, estimada en US$ 1.178 millones, en concesiones dentro de Vaca Muerta. Bajada del Palo Oeste y Este, junto con Aguada Federal, concentran sus planes de expansión, con foco exclusivo en pozos productores de petróleo. Esta apuesta refuerza la presencia de la compañía en el play que ya representa su principal fuente de producción.
Por debajo del umbral de los US$ 1.000 millones anuales, aparecen diez empresas con desembolsos previstos superiores a los US$ 100 millones. Entre ellas, Pluspetrol se destaca con US$ 747 millones orientados principalmente a La Calera, en Vaca Muerta, donde se priorizará la perforación de pozos de gas y la adquisición de plantas de procesamiento.
La holandesa Shell invertirá US$ 629 millones, que serán repartidos entre distintas áreas como Cruz de Lorena, Sierras Blancas y Bajada de Añelo. Allí, los recursos financiarán la perforación de pozos tanto de petróleo como de gas, en línea con su estrategia de diversificación productiva en la formación.
Por su parte, Total Austral comprometió US$ 588 millones para 2025, con la prioridad puesta en Agua Pichana Este, también ubicada en Neuquén. La compañía francesa prevé destinar buena parte de estos fondos a la perforación de nuevos pozos productores de gas.
El volumen total de inversiones confirma que Vaca Muerta vuelve a ser el principal polo de atracción para el capital petrolero, en un contexto donde la producción convencional cede protagonismo frente al crecimiento no convencional. Este fenómeno no solo impacta en los planes de las empresas, sino que condiciona la dinámica económica y fiscal de las provincias productoras, profundizando la brecha entre las cuencas maduras y la neuquina.
A pesar de los desafíos logísticos y ambientales que plantea la expansión de Vaca Muerta, la magnitud de los recursos comprometidos ratifica que se trata del motor más potente para el futuro energético de Argentina.