Mindlin sostuvo que el crecimiento y la supervivencia de Pampa Energía se apoyaron en dos ejes centrales: ser extremadamente cuidadoso con el nivel de endeudamiento y mantener siempre una posición sólida de liquidez. “El factor Argentina es una oportunidad si se entiende cómo manejar esos dos elementos”, afirmó, al tiempo que remarcó que los vaivenes económicos pueden convertirse en oportunidades para quienes logran leer los ciclos.
La historia personal del empresario se inicia en una familia de clase media vinculada a la medicina y a la educación. Sus padres, ambos médicos, impulsaron su formación universitaria en la Universidad de Buenos Aires. Aunque durante su adolescencia soñó con ser periodista, finalmente optó por estudiar Economía, una decisión que, según relató, estuvo marcada tanto por el consejo familiar como por su afinidad con los números.
Su primer contacto con el mundo profesional fue en el ámbito financiero, trabajando como asistente de un inversor familiar en la bolsa. El verdadero salto llegó en 1989, cuando comenzó a trabajar junto a Eduardo Elsztain, en el inicio del desarrollo de IRSA. Desde un equipo reducido, la compañía creció hasta convertirse en uno de los principales grupos inmobiliarios del país.
Durante los catorce años que permaneció en IRSA, Mindlin destacó el aprendizaje acelerado y la intensidad del trabajo. Resaltó la capacidad de visión de Elsztain y el rol clave del área legal en las negociaciones, en una etapa marcada por grandes operaciones financieras y expansión constante.
Con el paso del tiempo, comenzaron a surgir diferencias en la toma de decisiones y Mindlin decidió iniciar su propio camino. Tras una profunda reflexión personal y familiar, optó por dejar su cargo y avanzar en un proyecto propio, acompañado por un equipo de confianza integrado, entre otros, por su hermano Damián y Gustavo Mariani.
El desembarco en el sector energético se produjo en un contexto crítico para el país, tras la crisis de 2001. Según explicó, las crisis argentinas suelen ser duras, pero también generan oportunidades únicas. La estrategia fue adquirir activos energéticos con valuaciones deprimidas, muchas veces a partir de deuda que luego se transformaba en participación accionaria.
Ese modelo permitió avanzar en compañías clave del sector y sentar las bases de Pampa Energía. La constitución formal de la empresa comenzó en 2005, utilizando una sociedad ya cotizante como vehículo para consolidar los activos energéticos bajo una nueva estructura corporativa.
Uno de los hitos más desafiantes fue la adquisición de Petrobras Argentina en 2016, una operación que triplicaba el valor de mercado de Pampa en ese momento. Mindlin reconoció que fue uno de los momentos de mayor vértigo, pero también uno de los que marcó el crecimiento definitivo de la compañía.
El empresario remarcó que una de las diferencias centrales con las multinacionales es el involucramiento directo de los socios en la gestión diaria, el control estricto de los costos y la supervisión permanente de cada decisión. “Estamos al frente de la empresa porque es nuestra”, sintetizó.
Hoy, a más de dos décadas de la creación de Pampa Energía, Mindlin aseguró que la motivación sigue intacta. La compañía continúa analizando nuevas oportunidades de expansión en el mercado argentino, apoyada en una filosofía de gestión prudente, equipos consolidados y una mirada de largo plazo.
Tu opinión enriquece este artículo: