El ministro de Obras y Servicios Públicos de Río Negro, Alejandro Echarren, destacó la relevancia estratégica de la obra durante una recorrida de supervisión. Señaló que se trata de un trabajo que consolidará a la provincia como exportadora de petróleo y subrayó la satisfacción de ver el avance que llevan adelante las empresas encargadas de ejecutar el plan.
El funcionario sostuvo que la terminal representa un cambio estructural para la provincia, al integrarla de manera directa a la cadena de exportación de hidrocarburos. Además, afirmó que el proyecto ratifica la decisión del Gobierno Provincial de apostar al desarrollo energético como uno de los motores de crecimiento.
Por su parte, la intendenta de Sierra Grande, Roxana Fernández, resaltó el impacto local de la obra. Manifestó que el avance de la construcción es difícil de dimensionar por la magnitud del emprendimiento y aseguró que la terminal será el epicentro del almacenamiento del petróleo extraído de Vaca Muerta, que luego saldrá al exterior a través del Golfo San Matías.
Fernández destacó también que la obra representa un sueño cumplido para su comunidad, al abrir nuevas perspectivas de desarrollo económico y social para Sierra Grande. Según indicó, la concreción de este polo logístico posiciona a la localidad como un punto neurálgico en la exportación de energía.
El proyecto contempla instalaciones de primer nivel, con tanques de almacenamiento de crudo de 120.000 m³ cada uno. En esta etapa, se construyen cinco tanques de 80 metros de diámetro y 30 metros de altura, con un sexto en proceso de aprobación. Estas estructuras permitirán un manejo de hasta 550.000 barriles de petróleo diarios a partir de finales de 2026.
De acuerdo con el equipo de ingenieros a cargo, la construcción avanza según lo previsto y responde a los más altos estándares de seguridad y calidad. La magnitud de los tanques los convierte en elementos centrales de la operación, al garantizar la capacidad de acopio necesaria para sostener un flujo constante de exportación.
El oleoducto VMOS conecta directamente Vaca Muerta con la terminal de Punta Colorada, en una obra que busca asegurar la salida al Atlántico de la producción no convencional. Con ello, se facilitará la colocación del crudo argentino en mercados internacionales, con el objetivo de diversificar destinos y mejorar la competitividad.
Las autoridades provinciales remarcaron que la obra cuenta con un fuerte acompañamiento del sector privado, que aporta inversión y tecnología para llevar adelante el proyecto. La terminal se integra así a un plan de desarrollo que pretende posicionar a Río Negro como un actor central en el mapa energético del país.
El impacto económico y laboral es otro de los aspectos destacados por los funcionarios. Se estima que durante la etapa de construcción se generan cientos de puestos de trabajo, mientras que en la fase operativa se consolidará un número significativo de empleos directos e indirectos vinculados a la logística y los servicios.
La magnitud de la obra también tendrá repercusiones en la infraestructura regional, con mejoras en accesos viales, conectividad y servicios asociados. En ese sentido, las autoridades señalaron que se trabaja en un plan integral que contempla la integración de la terminal con el desarrollo urbano y productivo de Sierra Grande.
El cronograma prevé que, a finales de 2026, la terminal esté en condiciones de operar a plena capacidad. A partir de entonces, la provincia contará con una de las plataformas más avanzadas para exportación de petróleo en América Latina, reforzando la posición de Argentina como proveedor energético a nivel global.
Con este proyecto, Río Negro se inserta en el proceso de transformación que protagoniza Vaca Muerta, consolidando un esquema de infraestructura que busca garantizar el crecimiento sostenido de la producción y la apertura de nuevos mercados. La terminal de Punta Colorada aparece así como un pilar clave de la estrategia nacional para el sector energético.
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