De acuerdo con un estudio elaborado en base a datos de la Secretaría de Energía de la Nación, el aumento en la producción de petróleo y gas no convencionales más que compensó la caída de los recursos provenientes de la actividad convencional. En el mismo período, las regalías por producción tradicional se desplomaron 71%, pasando de USD 436 millones en 2006 a USD 125 millones en 2024.
Hoy, las regalías vinculadas a Vaca Muerta representan el 92% del total de los ingresos provinciales por este concepto, mientras que las provenientes de los yacimientos convencionales apenas alcanzan el 8%. Esto refleja el cambio estructural que significó la explotación no convencional en la matriz productiva y fiscal de Neuquén.
En julio de 2025, la producción petrolera argentina alcanzó los 811.200 barriles diarios, el nivel más alto en 26 años, con Vaca Muerta aportando 508.800 barriles por día. Esto equivale al 63% de la producción nacional de crudo y al 96% de la producción de Neuquén.
El estudio fue realizado por el petrofísico Juan Carlos Glorioso, ex YPF y consultor en certificación de reservas, quien analizó la evolución de las regalías entre 2006 y 2024. De no haber mediado el desarrollo de Vaca Muerta, la provincia habría percibido en 2024 apenas un 29% de lo que ingresaba en 2006 por este concepto.
En 2010, las regalías por extracción no convencional ascendían a solo USD 11 millones. En 2024, ese monto llegó a US$ 1.391 millones, lo que implica un incremento de 12.500%. Incluso si se toma como punto de partida 2015, el salto fue de 1.030%, al pasar de US$ 123 millones a la cifra registrada el año pasado.
El informe detalla que las regalías por petróleo no convencional superaron a las convencionales en 2018, mientras que en el caso del gas la diferencia se produjo en 2019. Desde entonces, la participación de Vaca Muerta no dejó de crecer: del 1,8% del total en 2012 al 36% en 2018 y al 87% en 2024.
Además de regalías, la actividad de Vaca Muerta genera recursos adicionales para Neuquén a través de ingresos brutos, impuestos nacionales coparticipables como Ganancias y una amplia red de actividades derivadas, que multiplican el impacto económico en toda la provincia.
El informe subraya que la expansión de Vaca Muerta evitó una crisis fiscal en la provincia. Sin el aporte no convencional, Neuquén habría enfrentado un severo retroceso en sus ingresos debido al agotamiento progresivo de los yacimientos convencionales.
El estudio también advierte que la evolución futura dependerá de la correcta administración de los recursos y del comportamiento del precio internacional del crudo y, en menor medida, del gas. Vaca Muerta se mantiene rentable siempre que el barril de petróleo cotice por encima de USD 45.
Los precios internacionales mostraron sus valores más altos entre 2011 y 2015, con promedios cercanos a US$ 75 por barril. Actualmente, las expectativas son de un mercado más moderado, luego de que la OPEP anunciara un aumento en sus cuotas de producción.
La producción de Vaca Muerta continúa en expansión y todavía tiene un amplio recorrido. Los especialistas estiman que, de mantenerse las condiciones actuales, Neuquén podría sostener por décadas un flujo creciente de recursos, consolidándose como el corazón energético del país.
El desafío, coinciden los analistas, es que esos ingresos se administren con políticas de largo plazo que fortalezcan la diversificación económica, la infraestructura y el desarrollo sostenible de la provincia. Solo así los beneficios extraordinarios de la formación podrán transformarse en prosperidad estable para los neuquinos.
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