La iniciativa contempla la instalación de un buque licuefactor (Floating LNG) en Ensenada y la construcción de un ducto subacuático de 10 kilómetros, que conectará la infraestructura offshore con la red troncal de gas existente. Será el primer proyecto de GNL operado desde la provincia de Buenos Aires, en un segmento que hasta ahora concentraba sus desarrollos en Río Negro.
El plan de inversión se ejecutará a lo largo de 20 años y busca aprovechar la capacidad ociosa del sistema de transporte durante el verano, cuando la demanda residencial cae. Según la compañía, esto permitirá exportar más de 2,4 millones de toneladas de GNL por año, equivalente a 9 millones de m³ diarios de gas natural.
Alejandro Macfarlane, presidente de Camuzzi Gas Inversora, destacó que la estabilidad macroeconómica y la baja de la inflación generaron las condiciones necesarias para activar una inversión de esta escala. “Este proyecto permite crear valor a partir de la producción de Vaca Muerta y generar divisas claves para el país”, afirmó.
El ejecutivo también subrayó que la iniciativa tendrá un impacto directo en el empleo. Durante su desarrollo, se crearán 500 puestos de trabajo y, a lo largo de las dos décadas de operación previstas, aportará más de US$ 14.500 millones en divisas provenientes de exportaciones.
Camuzzi Gas Inversora —controlante de Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur— cuenta con una infraestructura de 56.000 kilómetros de gasoductos y redes, abasteciendo a más de 2 millones de usuarios en Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. El proyecto permitirá ampliar su presencia estratégica en el eslabón de valor del gas.
El nuevo sistema conectará la planta compresora Buchanan, de TGS, con Ensenada, donde se montará la plataforma de amarre para el buque licuefactor. La empresa mantiene negociaciones avanzadas con un operador internacional de primer nivel especializado en licuefacción flotante para garantizar capacidad técnica y comercial.
Las obras comenzarán en 2026 y el arranque operativo está previsto para 2028. Entre septiembre y mayo, el gas será transportado hacia el puerto, licuado —reduciendo su volumen hasta 600 veces— y cargado en buques que lo llevarán a los mercados de destino. El ciclo se invertirá en invierno.
Durante los meses fríos, LNG del Plata liberará gas al sistema local, permitiendo reforzar la matriz energética y cubrir los picos de consumo. Según Camuzzi, esto reducirá la necesidad de importar combustibles líquidos, un factor clave para mejorar la competitividad del sector eléctrico.
El proyecto también se suma a la tendencia global de diversificación de proveedores que buscan los grandes compradores de gas. Con Vaca Muerta consolidada como un polo exportador, Camuzzi busca posicionarse como un actor clave en la transición energética argentina.
A diferencia de los proyectos de GNL impulsados por YPF y Southern Energy —orientados al Atlántico patagónico—, este desarrollo bonaerense permitirá ampliar la oferta exportadora utilizando infraestructura cercana al mayor centro industrial y logístico del país.
Camuzzi enfatizó que la iniciativa combina eficiencia operativa, uso racional de la infraestructura y un impacto macroeconómico directo. Para la compañía, LNG del Plata es una apuesta de largo plazo que integra exportación, abastecimiento interno y modernización del sistema energético nacional.
Con este anuncio, el ecosistema energético vuelve a confirmar la centralidad de Vaca Muerta como generadora de inversiones estratégicas y como plataforma clave para el ingreso de divisas en los próximos años.
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