Atucha I completó su licencia original de operación en marzo de 2018, tras 32 años de funcionamiento a plena potencia. Posteriormente, gracias a una enmienda de la ARN, la central recibió una extensión de cinco años adicionales, período en el cual se realizaron importantes obras de preparación para la actual parada programada.
Una de las principales intervenciones fue la construcción del edificio de almacenamiento en seco de los elementos combustibles, el ASECQ-I, que se terminó en agosto de 2022. Este nuevo edificio cuenta con 316 silos capaces de almacenar 2.844 elementos combustibles, es decir, las barras de uranio que alimentan el reactor.
El reacondicionamiento incluye la actualización de sistemas de seguridad clave, como el sistema de protección del reactor y los filtros para prevenir accidentes por pérdida de refrigerante. Además, se llevaron a cabo estudios de impacto ambiental en colaboración con el Instituto Nacional del Agua (INA) y el Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (Cedyat), los cuales fueron presentados ante el Ministerio del Ambiente de Buenos Aires en octubre de 2023.
Por su parte, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) también jugó un rol fundamental en la verificación de las condiciones de seguridad de Atucha I para su operación a largo plazo. En febrero y marzo de 2024, el OIEA realizó una misión Salto, que consistió en una inspección exhaustiva para asegurar que la central cumpla con los estándares internacionales para su nuevo ciclo de vida.
El presidente de NA-SA, Alberto Lamagna, resaltó la importancia del proyecto, destacando que la extensión de vida de Atucha I permitirá no solo mantener su aporte energético, sino también posicionar a Argentina como un actor clave en el mercado global de servicios nucleares.
La central nuclear Atucha I no solo es un emblema para Argentina, sino para toda América Latina, ya que fue la primera instalación de este tipo en la región. Desde su puesta en marcha, ha jugado un papel crucial en la diversificación de la matriz energética del país, contribuyendo de manera significativa al suministro de electricidad sin emisiones de carbono. Con el reacondicionamiento en marcha, se asegura que esta infraestructura continúe siendo una pieza fundamental del sistema energético argentino por dos décadas más, en un contexto donde la demanda de energía limpia y confiable sigue en aumento.
Además de la importancia energética, la modernización de Atucha I representa un impulso para el desarrollo de capacidades tecnológicas y profesionales en el sector nuclear argentino. A lo largo de su historia, la central ha sido un punto de referencia en la formación de técnicos y especialistas, lo que ha permitido al país posicionarse en el mercado internacional de servicios nucleares. La experiencia adquirida en este proceso no solo fortalecerá la operación interna, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de cooperación y exportación de tecnología.
El proyecto de extensión de vida de Atucha I también incluye un fuerte componente ambiental. Los estudios de impacto presentados aseguran que el reacondicionamiento y la operación futura de la planta se realizarán bajo estrictos estándares de protección ambiental, minimizando cualquier posible afectación al entorno. Este enfoque sostenible es clave para que Argentina continúe avanzando en la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente, en línea con los compromisos internacionales de reducción de emisiones.
Le alargaron la vida: la central nuclear Atucha I seguirá operando hasta 2046
Atucha I, la primera central nuclear construida en América Latina, ha salido de servicio desde el 29 de septiembre para iniciar una serie de trabajos de reacondicionamiento que se extenderán por 30 meses. Este proceso tiene como objetivo prolongar su vida útil por otros 20 años, lo que permitirá que continúe operando hasta 2046. La operadora de la central, Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), cumple de esta manera con los lineamientos establecidos por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), marcando un hito en el mantenimiento y actualización de esta infraestructura clave para la matriz energética nacional.
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