Durante la entrevista, Medele subrayó la necesidad de integrar la agenda ambiental en las políticas energéticas actuales, reconociendo que el ambiente es el único de los tres ejes que no puede defenderse por sí mismo. “Es nuestro trabajo sentarlo a la mesa y defenderlo”, afirmó. En este sentido, indicó que la provincia trabaja en la identificación de oportunidades y el control de emisiones, con una política activa de transparencia y participación de la industria.
El titular de Energía resaltó el papel del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG) como aliado técnico en este proceso. “Nos ayuda a tratar temas clave como los permisos, el control de emisiones y el tratamiento integral de activos”, explicó. Asimismo, valoró el aporte de normas internacionales y la dinámica de innovación que caracteriza al sector petrolero.
Medele hizo hincapié en la necesidad de anticiparse a los conflictos ambientales. “Las sanciones son la evidencia de un fracaso colectivo: del regulador, del inspector y de las empresas. Por eso buscamos que la regulación sea moderna y las operadoras se ajusten a ella desde el principio”, remarcó. El objetivo es claro: prevenir, no castigar.
Sobre las concesiones de explotación, el ministro explicó que la política del gobernador Rolando Figueroa es evaluar las prórrogas caso por caso. Detalló que se consideran aspectos como la calidad de los pozos y las condiciones ambientales. “No todas las concesiones son iguales y, por lo tanto, no puede haber una receta única para tratarlas”, sostuvo.
El funcionario distinguió entre áreas con pocos pozos y baja agresividad ambiental, donde se puede asegurar la integridad de los activos, y otras más densas o complejas, en las que el riesgo operativo es mayor. En estos casos, la evaluación es más estricta y requiere un enfoque individualizado con cada empresa.
En relación con la Ley nacional de Hidrocarburos y sus modificaciones a través de la Ley Bases, Medele consideró que el nuevo enfoque, basado en objetivos de producción más que en la geografía, abre posibilidades de mayor rentabilidad. “Permite que las operadoras se especialicen en lo que mejor saben hacer. Si encontramos sinergias, todos ganamos”, afirmó.
Otro de los temas abordados fue la intervención en pozos inactivos. Actualmente, Neuquén tiene menos de 3.000 pozos, muchos de los cuales no están en producción por razones técnicas o económicas. Medele señaló que parte del desafío es diseñar estrategias para estos activos, incluso estableciendo cláusulas de salida en los contratos de concesión.
El ministro recordó que Vaca Muerta tiene aún un desarrollo incipiente, con solo entre el 5% y el 8% de su superficie en actividad. Este dato, según explicó, refleja el enorme potencial futuro del yacimiento, aunque también plantea desafíos relacionados con la planificación a largo plazo.
En cuanto al presente, Medele destacó que los pozos activos están bajo control y cumplen con normas específicas. Pero advirtió que con concesiones de hasta 20 años, es crucial anticipar decisiones estratégicas. “Queremos dejar claro en los contratos cómo se va a gestionar el final del ciclo productivo”, explicó.
Respecto a la producción de gas, el ministro fue optimista. Sostuvo que la demanda actual está cubierta y que la infraestructura de transporte se está adaptando a las necesidades del mercado. “Hay una secuencia de pozos que se perforan, fracturan y conectan en función de esa demanda”, indicó.
Finalmente, Medele insistió en que la sostenibilidad económica también debe formar parte del modelo. “Alguien debe pagar lo que cuesta producir gas, más la rentabilidad. Ese es el único camino para garantizar un desarrollo serio y duradero”, concluyó.
La participación del ministro en este foro dejó en claro que Neuquén no solo busca explotar sus recursos, sino hacerlo con responsabilidad y visión de futuro. Vaca Muerta continúa siendo el motor energético del país, pero con una hoja de ruta que prioriza el equilibrio entre producción y sustentabilidad.
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