Según el informe, la producción no convencional de gas y petróleo en Argentina ha crecido un 150% desde 2020, con proyecciones de un aumento sostenido en los próximos años. Los recursos estimados de la formación alcanzan los 308 billones de pies cúbicos de gas y 16.200 millones de barriles de petróleo, ubicándola como la segunda reserva de gas no convencional más grande del mundo y la cuarta en petróleo.
En 2024, la producción de gas no convencional de Vaca Muerta alcanzó los 64,1 millones de metros cúbicos diarios, representando el 49% del total del país. La producción de petróleo de esquisto, en tanto, llegó a los 353.000 barriles diarios, equivalentes al 55% de la producción nacional.
S&P proyecta que la producción de Vaca Muerta podría alcanzar el millón de barriles diarios de petróleo shale hacia finales de la década. Sin embargo, este crecimiento está condicionado a la ampliación de la capacidad de transporte y distribución.
Actualmente, dos proyectos claves están en marcha. El Proyecto Oldelval Duplicar Plus prevé una inversión de US$ 1.000 millones para expandir la capacidad de transporte de 226.000 a 540.000 barriles por día mediante la construcción de 455 kilómetros de ductos entre Neuquén y Buenos Aires. La obra debería estar en pleno funcionamiento en el primer trimestre de 2025.
Por otro lado, el Oleoducto Vaca Muerta Sur contempla una inversión inicial de US$ 200 millones para construir 130 kilómetros de ductos entre Loma Campana y Allen, con una segunda fase que demandará US$ 3.000 millones para extenderse hasta Punta Colorada, en Río Negro. Se espera que la capacidad inicial de 180.000 barriles por día en 2026 aumente hasta 700.000 boe/d tras 2028.
Argentina también busca consolidarse en el mercado global de gas natural licuado (GNL) mediante dos proyectos de envergadura. El proyecto Southern Energy, con una inversión de US$ 2.900 millones, prevé la instalación de un buque licuador en el Golfo San Matías, en Río Negro, con capacidad inicial de 2,45 millones de toneladas anuales. Se espera su operación para el segundo semestre de 2027.
A su vez, el Proyecto GNL Argentina contempla la construcción de un gasoducto de 580 kilómetros entre Vaca Muerta y Sierra Grande, junto con una terminal de licuefacción. En su primera fase, alcanzará una capacidad de 10 millones de toneladas anuales, con inicio de operaciones previsto para 2029 o 2030. YPF y Shell firmaron un acuerdo en diciembre de 2024 para avanzar en su desarrollo, con una decisión final de inversión esperada en 2025.
Vaca Muerta es clave para la economía argentina, aportando a la autosuficiencia energética y mejorando la balanza comercial. En 2019, el país dejó de importar petróleo y comenzó a exportarlo de manera sostenida. En el sector del gas, las importaciones estacionales se redujeron un 60% entre 2020 y 2024.
El Ministerio de Hacienda informó que, en noviembre de 2024, Argentina registró un superávit de US$ 4.800 millones en la balanza comercial energética, revirtiendo 14 años de déficit. Se proyecta que las exportaciones de petróleo superen los US$ 17.000 millones en 2027, mientras que las de gas podrían alcanzar los US$ 1.000 millones.
El informe también detalla el desempeño de las empresas que operan en Vaca Muerta. YPF lidera el sector, con un 45% de su producción proveniente del shale en 2024. Se espera que su producción total caiga a 475.000 boe/d en 2025, pero el crecimiento del shale compensará esta baja en 2026, con una inversión proyectada de US$ 5.200 millones en dos años.
Pampa Energía ha focalizado su estrategia en el gas no convencional, alcanzando un 56% de su producción total en 2024. Con la adquisición del bloque Rincón de Aranda, espera alcanzar los 24.500 barriles por día en 2026 y 40.000 en 2027. Su inversión en capital se estima entre US$ 900 y US$ 1.000 millones en 2025 y 2026.
GeoPark, en tanto, ha reforzado su presencia con la adquisición del bloque Mata Mora Norte por USD 200 millones. En el tercer trimestre de 2024 produjo 12.600 boe/d, de los cuales 5.700 le pertenecen. La empresa proyecta alcanzar los 20.000 boe/d en 2028 y estima un EBITDA de US$ 125 millones en 2025, con un capex de US$ 150 millones ese año.
Con estos desarrollos y proyecciones, Vaca Muerta se consolida como un activo estratégico clave para el futuro energético de Argentina y su integración en el mercado global.
Renovado interés global por Vaca Muerta: S&P destaca crecimiento y proyecciones
La calificadora de riesgo S&P Global Ratings publicó un informe que resalta el crecimiento y la importancia estratégica de Vaca Muerta en el escenario energético internacional. En su análisis, la firma destaca el regreso de empresas del sector a los mercados internacionales de deuda y el incremento de inversiones en la región.
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