Neuquén continúa siendo el eje central del esquema petrolero argentino: concentra cerca de dos de cada tres barriles que se producen en el país, por lo que su desempeño termina definiendo el balance general del sector. Durante noviembre, ese ritmo reflejó el habitual “efecto fin de año”, asociado a la finalización de planes de inversión que suelen adelantarse en los meses previos.
En concreto, los yacimientos neuquinos alcanzaron una producción total de 588.663 barriles diarios, apenas 1.000 barriles por día más que en octubre. Se trata de un avance marginal, que no implica una pausa en Vaca Muerta, pero sí una desaceleración respecto del fuerte crecimiento observado meses atrás.
A diferencia del convencional, donde los pozos mantienen niveles estables durante largos períodos, el shale presenta una curva de declino mucho más rápida, con caídas marcadas en menos de dos años. Por este motivo, el sostenimiento del crecimiento requiere una incorporación constante de nuevos pozos; de lo contrario, la producción tiende a estancarse o retroceder.
Este menor dinamismo del shale oil tuvo impacto directo en el resultado nacional. En noviembre, la producción total de petróleo de Argentina descendió 0,6%, pasando de 859.841 barriles diarios en octubre a 854.667 barriles por día, debido a la caída del convencional que no logró ser plenamente compensada por Vaca Muerta.
Pese a este ajuste mensual, el balance interanual continúa siendo ampliamente positivo. En comparación con noviembre de 2024, Neuquén registró un incremento del 28,27%, sumando 129.773 barriles diarios adicionales en apenas un año.
La magnitud del crecimiento neuquino se refleja en un dato elocuente: en doce meses, la provincia incorporó más producción que el total que hoy extrae Chubut, la segunda provincia petrolera del país, que cerró noviembre con 115.720 barriles diarios.
A nivel nacional, la comparación interanual también muestra una expansión significativa. La producción total creció 12,54%, lo que equivale a 95.267 barriles diarios adicionales. Este aumento tiene un impacto directo en el ingreso de divisas, ya que el mercado interno se encuentra abastecido y los barriles incrementales se destinan a la exportación.
Menor producción de gas por factores climáticos
En el segmento del gas natural, noviembre evidenció una menor demanda, explicada principalmente por temperaturas más moderadas y una leve retracción del consumo industrial.
La producción total de gas natural en Argentina alcanzó los 120,70 millones de metros cúbicos diarios, lo que representa una baja interanual del 5,08%. Neuquén volvió a concentrar el mayor volumen, con 80,63 millones de metros cúbicos diarios, aunque también registró una caída del 3,65%.
En esta época del año, la demanda de gas está condicionada por tres factores clave: el clima, el nivel de actividad industrial y el volumen de exportaciones. Mientras las ventas externas continúan realizándose a través de gasoductos regionales, el sector aguarda la puesta en marcha de los grandes proyectos de gas natural licuado (GNL), que serán determinantes para un cambio estructural en el mercado gasífero argentino.
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