Durante 2024, el sector hidrocarburífero sorprendió al superar las proyecciones iniciales, alcanzando inversiones por 12.830 millones de dólares. Sin embargo, para el próximo año se espera una contracción del 10%, lo que ubicaría el total en torno a los 11.500 millones. Esta merma está directamente relacionada con la caída en la inversión en pozos de gas y el retiro de capital en áreas convencionales y offshore.
A pesar de la baja general, las inversiones no convencionales seguirán marcando el ritmo del sector. YPF liderará ampliamente el ranking con una proyección de 4.147 millones de dólares, seguida por Vista, la empresa que preside Miguel Galuccio, con 1.177 millones. Estas cifras reflejan el dominio absoluto del shale oil en las estrategias empresariales para 2025.
Completan el top 10 Pluspetrol (712 millones), Pan American Energy (690 millones), Shell (629 millones), Pampa Energía (551 millones), Tecpetrol (425 millones), Chevron (374 millones), TotalEnergies (352 millones) y Phoenix (268 millones). La suma de estos desembolsos se concentrará principalmente en el núcleo operativo de la Cuenca Neuquina.
Las áreas con mayores proyecciones de inversión en Vaca Muerta también confirman esta orientación hacia el crudo. La Amarga Chica, operada por YPF junto a Vista, recibirá 954 millones de dólares. Loma Campana, el principal yacimiento de shale oil del país, tendrá más de 700 millones en desembolsos por parte de YPF y Chevron. Bandurria Sur, en tanto, recibirá 750 millones mediante una alianza entre YPF y la UTE Shell-Equinor.
Otros bloques relevantes serán Bajada del Palo Oeste, operado en su totalidad por Vista, con 694 millones, y La Calera, de Pluspetrol, con 678 millones, este último destacándose también en la producción de gas. La concentración de capital en estas áreas consolida a Vaca Muerta como el eje estratégico de la industria energética nacional.
En abril pasado, Neuquén alcanzó una producción de 462.061 barriles diarios de petróleo, de los cuales el 95% provino del no convencional. Esta cifra no solo demuestra la madurez técnica de los desarrollos, sino también la creciente capacidad de exportación que se proyecta a través de obras de infraestructura como el Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS), en pleno proceso de soldadura.
El crecimiento del petróleo no convencional fue del 47% en 2024, impulsando una inversión total en crudo de 9.893 millones de dólares, mientras que el gas natural sufrió un retroceso del 39%. Esta caída se explica por el mayor esfuerzo realizado en años anteriores, especialmente en el marco del Plan Gas, y la reorientación de recursos hacia segmentos más rentables.
Los pozos petroleros también experimentaron un crecimiento del 30% en perforaciones y reparaciones, alcanzando los 6.031 millones de dólares. En contraposición, los pozos de gas cayeron en la misma proporción. Para 2025 se espera que esta tendencia se profundice: los pozos de crudo crecerán un 2% mientras los de gas caerán otro 24%.
El offshore mostró un salto importante en 2024, con 709 millones invertidos y proyectos como el Fénix en la Cuenca Austral. No obstante, para 2025 se anticipa una caída pronunciada hasta los 238 millones, lo que sugiere el fin de una etapa intensiva en exploración marina.
El segmento convencional sigue en declive. En 2024 registró una contracción del 22%, y para 2025 se espera una disminución aún mayor. Factores como el Proyecto Andes de desinversión de YPF y el retiro de empresas de áreas maduras explican esta caída. La consultora Aleph Energy ya anticipa la ausencia de nuevas inversiones en muchos de estos bloques.
En términos generales, se espera que Vaca Muerta absorba el 76% de la inversión total en exploración y producción de hidrocarburos en Argentina durante 2025. La Cuenca Neuquina concentrará unos 10.000 millones de dólares, reafirmando su rol como pilar energético del país. Mientras tanto, la exploración general seguirá relegada, representando apenas el 4,5% del total de inversiones.
El panorama 2025 deja en claro que el futuro energético argentino estará marcado por el petróleo no convencional, y que las empresas que lideran las inversiones ya definieron su hoja de ruta. Vaca Muerta, más que nunca, se consolida como el corazón productivo de la industria hidrocarburífera nacional.
Tu opinión enriquece este artículo: