Iuliano, ex directivo de YPF, destacó el potencial energético de Mendoza, con especial atención en el bloque Payún Oeste, ubicado en Malargüe. Según señaló, el área se asienta sobre la prolongación de Vaca Muerta y representa una oportunidad estratégica para el futuro energético de la provincia.
El ejecutivo sostuvo que el objetivo inmediato es estabilizar la producción. “Hay un negocio que todavía tiene margen para crecer. Debemos ser eficientes y avanzar en la incorporación de capital y materiales”, aseguró durante el encuentro con las autoridades mendocinas.
Por su parte, la ministra Latorre resaltó que la firma ratificó su plan de inversión en la provincia. Explicó que los directivos presentaron una estrategia que incluye acciones para mantener los niveles actuales de producción e incluso incrementarlos, tanto en el segmento convencional como en el no convencional.
El proyecto Payún Oeste contempla una inversión de US$ 8 millones en un plazo de diez años, con US$ 7 millones concentrados en los primeros cinco. Entre las obras previstas se encuentran la perforación de un pozo, la reactivación de antiguos y la construcción de infraestructura de superficie, además de tareas de saneamiento ambiental.
Se trata de un bloque que llevaba más de una década sin actividad y que ahora vuelve a ocupar un lugar central en la estrategia de Aconcagua Energía. La apuesta busca sumar producción en una zona clave y al mismo tiempo abrir nuevas oportunidades de desarrollo para Malargüe.
La compañía también desarrolla operaciones en otras áreas mendocinas como Chañares Herrados, Puesto Pozo Cercado Oriental, Atuel Norte Explotación y Confluencia Sur. En estas locaciones ya comprometió más de US$ 130 millones en proyectos de petróleo y gas.
En el frente renovable, la empresa puso en marcha los parques solares Aconcagua I y III en Luján de Cuyo, que aportan 115 MW al sistema eléctrico nacional. La diversificación en energías limpias forma parte de la estrategia corporativa para ampliar la matriz de negocios y fortalecer su perfil sustentable.
El arribo de Iuliano se produce tras la reciente reestructuración financiera de la compañía, que alcanzó un nivel de adhesión del 94,4% de su pasivo. En ese contexto, Tango Energy adquirió el 93% del capital social y capitalizó US$ 36 millones, consolidándose como accionista controlante.
La operación incluyó además un aumento de capital a $ 28.500 millones. De acuerdo con la firma, esta inyección le otorga solidez patrimonial para avanzar con un plan de crecimiento sostenido, enfocado en eficiencia operativa, expansión en Vaca Muerta y proyectos renovables.
El nuevo esquema accionario y financiero brinda a Aconcagua Energía mayor respaldo para afrontar los desafíos del sector. La conducción de Iuliano se plantea como un punto de inflexión para garantizar estabilidad productiva y, a la vez, ampliar la presencia de la compañía en el mercado.
El impacto de la reestructuración no se limita a Mendoza. La empresa también opera en Río Negro, donde mantiene áreas petroleras que se integrarán a la nueva etapa de gestión. La intención es consolidar la producción en todas sus regiones de actividad.
Con estos pasos, Aconcagua Energía busca reforzar su rol como operador clave en la industria hidrocarburífera y proyectar un crecimiento sostenido. Mendoza se presenta como un eje estratégico para ese camino, con la promesa de inversiones que apuntan a dinamizar tanto el convencional como el no convencional.
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