El aumento se explicó principalmente por un factor climático: la temperatura promedio nacional en junio fue 3,4 grados inferior a la del mismo mes del año pasado. El promedio registrado fue de 11,2 °C, frente a los 14,6 °C de junio de 2024, mientras que la media histórica para ese mes es de 11,7 °C. Este contexto climático impulsó el uso de artefactos de calefacción, especialmente en los hogares.
El análisis desagregado por tipo de usuario mostró comportamientos dispares. Mientras que el consumo industrial creció apenas 1% y el comercial lo hizo en 6,2%, el salto más significativo fue en el sector residencial, con un incremento del 23,3%. Esto reflejó la necesidad de calefacción eléctrica ante el descenso de temperaturas.
El volumen de energía demandada en junio fue comparable al de los meses de verano, cuando históricamente se registran los valores más altos. Fue el tercer mes con mayor consumo de 2025, solo superado por enero con 13.606,2 GWh y febrero con 12.911,7 GWh. Incluso superó en 15,9% al consumo de mayo, que había sido de 10.945,4 GWh, a pesar de contar con un día menos.
En términos de potencia máxima demandada, el récord histórico continúa siendo el del 10 de febrero de este año, cuando se alcanzaron 30.257 MW a las 14:47 con una temperatura de 37,9 °C en el Gran Buenos Aires. En junio, el pico fue de 27.719 MW el lunes 30 a las 20:32.
A nivel regional, el incremento del consumo fue generalizado. En 24 de las 25 provincias o áreas de distribución evaluadas hubo subas interanuales. La única excepción fue Chubut, donde se registró una caída del 15%. Las provincias con mayores alzas fueron Misiones y Santiago del Estero, con un 22% cada una, seguidas por Corrientes, Santa Fe, Edelap, Santa Cruz, Catamarca y Jujuy.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se verificó el mayor crecimiento, con un promedio de 22,4%. Dentro de esta región, el área de cobertura de Edenor tuvo una suba del 23,3%, mientras que en la de Edesur el aumento fue del 21,3%.
En cuanto a la matriz de generación, la fuente térmica volvió a ser la principal, con un aporte del 47,49% de la energía producida. Sin embargo, la novedad fue el fuerte repunte de la generación hidroeléctrica, que creció 46,7% interanual y desplazó a las fuentes renovables del segundo lugar.
Las centrales hidroeléctricas aportaron en junio el 24,87% de la energía generada, las nucleares un 6,33% y las fuentes alternativas (solar y eólica) un 15,56%. Por su parte, la importación de energía representó el 5,75% del total de la demanda nacional.
El comportamiento del consumo de junio mostró que las condiciones climáticas continúan siendo un factor determinante en la evolución de la demanda eléctrica. La intensidad del invierno marcó un patrón de uso similar al del verano, en especial por la extensión del uso domiciliario de electricidad para calefacción.
Este nuevo panorama obliga a revisar los criterios de planificación energética, tanto en términos de generación como de distribución. La variabilidad climática y el comportamiento del consumo residencial se consolidan como elementos clave en las proyecciones del sistema eléctrico.
Además de las cifras de demanda, el Gobierno nacional avanzó en una medida de alto impacto: se autorizó la venta por etapas de Energía Argentina Sociedad Anónima, empresa estatal clave en la infraestructura del sistema energético. Esta decisión abre un nuevo capítulo en la estrategia de desarrollo y financiamiento del sector.
La medida se encuadra en la política del Ejecutivo de reorganizar el funcionamiento del sistema energético, apelando a esquemas mixtos de participación estatal y privada, con el objetivo de asegurar inversiones sostenidas en generación, transporte y distribución.
La evolución del consumo eléctrico, sumada a los cambios en la estructura empresarial del sector, marca una etapa de transición en el sistema energético nacional, donde las decisiones de corto plazo deben conjugarse con una planificación integral frente a los nuevos desafíos de la demanda.
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