El presidente de YPF, Horacio Marín, confirmó que la compañía está en proceso de cerrar una alianza con una firma internacional para avanzar con el proyecto de extracción en aguas profundas. El objetivo es replicar el éxito de exploraciones recientes en África, aprovechando el potencial aún inexplorado de la plataforma continental argentina.
La compañía estatal estima que la zona de la CAN, que abarca áreas frente a Mar del Plata y Necochea, podría producir hasta 250.000 barriles diarios de petróleo. Además de YPF, otras compañías como Shell, Qatar Energy, Equinor y Galp están activas en la región. En particular, Shell completó la prospección sísmica en dos áreas y definirá en los próximos meses si continúa con la perforación exploratoria.
Las perforaciones offshore implican inversiones significativamente mayores que las desarrolladas en tierra. En promedio, un pozo en aguas profundas requiere una inversión cercana a los US$ 100 millones, en contraste con los US$ 14 millones que cuesta un pozo en Vaca Muerta. No obstante, una vez instalada la infraestructura en el mar, los costos operativos tienden a ser más bajos debido a la menor necesidad de mantenimiento.
El anuncio se realizó en el marco del evento anual de Jóvenes del Grupo de los Seis (J6), donde Marín participó como disertante. El encuentro reunió a líderes del ámbito político y empresarial para debatir sobre la coyuntura económica, los desafíos del sector privado y nuevas agendas de desarrollo. Entre los presentes estuvieron Martín Menem, Diego Guelar, Claudio Zuchovicki, Bettina Bulgheroni, Ivana Cavligiasso, Diego Casarotti y Santiago Cicchetti.
El nuevo paso de YPF forma parte de su estrategia denominada 4x4, que plantea la focalización en sus principales unidades de negocio y la desinversión en áreas de baja rentabilidad. La petrolera tiene como meta duplicar su producción total para 2030, alcanzando más de 2 millones de barriles equivalentes por día.
Dentro de esta estrategia, se prevé que hacia finales de 2025 o principios de 2026, la compañía opere exclusivamente con hidrocarburos no convencionales. Este cambio se enmarca en la intención de maximizar la eficiencia y aumentar la competitividad en un contexto de transición energética global.
En paralelo, las negociaciones para concretar la alianza internacional avanzan. El mes pasado, Marín firmó un Memorándum de Entendimiento con la italiana ENI para el desarrollo de un proyecto de exportación de Gas Natural Licuado (GNL), que también incluyó conversaciones sobre exploración offshore. ENI tiene experiencia en este tipo de operaciones y sería una de las principales candidatas para asociarse en el nuevo emprendimiento.
El desarrollo offshore en el mar Argentino generó reacciones en distintos sectores. Algunas organizaciones vinculadas a la actividad pesquera expresaron su preocupación por el posible impacto ambiental, especialmente sobre la fauna marina. Desde el sector energético, en cambio, se destaca el potencial transformador de esta exploración para la matriz productiva nacional.
El proyecto de YPF representa una apuesta por diversificar las fuentes de petróleo del país, más allá de los desarrollos continentales como Vaca Muerta. De concretarse los descubrimientos, Argentina podría consolidarse como un actor relevante en la producción offshore, al igual que lo hizo Namibia recientemente.
La exploración en la CAN se encuentra aún en su fase inicial, por lo que no hay fechas confirmadas para la perforación del primer pozo. Sin embargo, el interés empresarial y las proyecciones del sector anticipan que el proceso podría acelerarse en los próximos trimestres, especialmente si se confirma la viabilidad geológica.
Con esta iniciativa, YPF busca recuperar protagonismo en el sector energético global, combinando su experiencia en recursos no convencionales con el desarrollo de nuevas fronteras productivas. La exploración offshore aparece como una oportunidad estratégica para ampliar el horizonte petrolero argentino y reforzar su capacidad exportadora.
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