La empresa comenzará a trabajar en los clústeres Norte y Sur, zonas clave dentro del mapa energético neuquino. En el clúster Rincón de los Sauces (Norte), Bentia operará en sociedad con Ingeniería SIMA, mientras que en el clúster Huincul (Sur) lo hará de manera independiente. La apuesta inicial contempla una inversión de 45 millones de dólares durante los próximos tres años.
Las áreas asignadas en el clúster Norte incluyen Volcán Auca Mahuida, Don Ruiz, Las Manadas y Señal Cerro Bayo, mientras que en el clúster Sur, Bentia controlará Al Norte de la Dorsal, Dadin y Octógono. Estos bloques presentan un doble desafío: por un lado, recuperar productividad en campos maduros; por otro, evaluar la factibilidad de desarrollar el shale en zonas geológicamente complejas.
El plan de trabajo de Bentia está estructurado en tres etapas. La primera se enfocará en lograr eficiencia operativa a través de la incorporación de tecnología, telemedición y sistemas de compresión optimizada. También se prevé una fuerte reducción de costos como parte de una nueva lógica operativa.
En la segunda etapa, la empresa avanzará con acciones concretas sobre la producción convencional. Está previsto reparar 24 pozos existentes, perforar 11 nuevos y reactivar otros cuatro con fines exploratorios. Esta fase representa el núcleo de la inversión anunciada por la compañía.
La tercera fase del plan está orientada a la exploración no convencional en Vaca Muerta. Según explicó Iguacel, se buscará desarrollar pilotos en zonas con geología compleja, apoyados en un profundo análisis de datos sísmicos y modelos geológicos. “Es posible romper paradigmas, como ya lo han hecho otras compañías en áreas desafiantes”, afirmó el titular de Bentia.
Actualmente, el clúster Norte produce 2.400 barriles de petróleo diarios y 4,2 millones de pies cúbicos de gas. Con las primeras intervenciones de Bentia, se espera que la producción ascienda a 3.500 barriles por día. Además, se abre la posibilidad de un salto significativo si los estudios en shale resultan exitosos.
En el clúster Sur, la situación es diferente pero igualmente prometedora. Hoy genera 1.200 barriles de petróleo diarios y 14 millones de pies cúbicos de gas. Allí, Bentia planea aplicar tecnología de pozos horizontales utilizada en el desarrollo de shale para optimizar la producción convencional.
Otro de los ejes de la estrategia será la reorganización operativa. Se reducirá el número de contratistas en campo de ocho a uno, que será SIMA, y se aplicará un modelo de operación centralizada con mayor control técnico. Esta medida busca mejorar la eficiencia y reducir los tiempos de respuesta en las operaciones.
La visión de Bentia se centra en revalorizar áreas maduras que han sido dejadas de lado por las grandes operadoras. Iguacel remarcó que el objetivo es transformarlas en activos productivos mediante innovación y un enfoque de gestión ágil y técnico. “Estamos orgullosos de asumir este desafío que consolida nuestra posición como un actor emergente”, expresó.
La empresa también destacó que las áreas otorgadas ya han demostrado un rendimiento positivo bajo la gestión de otras compañías. Este antecedente fortalece las expectativas de desarrollo futuro y respalda la apuesta de Bentia por invertir en estos clústeres.
Con esta iniciativa, Bentia se posiciona como una nueva figura en el ecosistema energético de Neuquén, combinando experiencia técnica, capacidad de inversión y una mirada innovadora. Su llegada se da en un momento clave para la industria hidrocarburífera, que enfrenta el doble reto de sostener la producción convencional y expandir el horizonte del shale.
Bentia Energy desembarca en Neuquén con un plan millonario para revitalizar áreas maduras (y explorar Vaca Muerta)
Bentia Energy, la compañía petrolera liderada por el exsecretario de Energía Javier Iguacel, anunció su desembarco en la provincia de Neuquén con un ambicioso proyecto que busca optimizar la producción en áreas maduras y avanzar en la exploración del potencial no convencional de Vaca Muerta. La firma recibió la autorización del gobierno provincial para operar siete bloques hidrocarburíferos estratégicos, actualmente bajo el paraguas del Plan Andes impulsado por YPF.
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