La perforación, que demandó 154 horas de trabajo ininterrumpido, establece un nuevo estándar de eficiencia y productividad para la industria energética argentina. El proyecto fue ejecutado por AESA, subsidiaria de YPF, especializada en ingeniería, construcción y mantenimiento industrial, con el soporte operativo de Proshale.
El pozo, identificado como Soil-476 (Pad LC-335), incluye una rama lateral de 5.078 metros, lo que permite maximizar la superficie de contacto con la roca generadora y elevar significativamente la producción por cada pozo perforado. Para graficar su magnitud, el trazado equivale a perforar desde el Obelisco de Buenos Aires hasta la cabecera del Aeroparque Jorge Newbery.
La construcción de pozos horizontales de mayor extensión representa un avance clave para la eficiencia técnica y económica del yacimiento, al optimizar la recuperación de hidrocarburos con menos intervenciones y menor impacto operativo.
El récord de 8.365 metros supera la marca anterior, alcanzada en septiembre también en Loma Campana, donde YPF y sus empresas asociadas lograron un pozo de 8.206 metros con 100 tapones rotados en 185 horas. En apenas semanas, la industria local volvió a superarse, consolidando su liderazgo regional en perforaciones no convencionales.
Desde Proshale destacaron el valor de la tecnología desarrollada en Neuquén, donde se diseñaron y fabricaron herramientas empleadas en esta operación. “Demuestra la capacidad de la ingeniería neuquina para competir con los principales desarrollos internacionales”, subrayaron.
Por su parte, AESA remarcó que este nuevo logro “no solo es un avance técnico, sino también una muestra del poder de la innovación y del compromiso con la eficiencia que impulsa el Plan 4x4 de YPF”. La compañía utilizó su Hydraulic Completion Unit (HCU), un sistema clave para operar con precisión en pozos de gran longitud.
Además de perforar más largo, YPF también lo hace más rápido. En los últimos meses, la petrolera consiguió reducir un 25% los tiempos de construcción de pozos, desde la preparación del terreno hasta la apertura de la primera válvula, gracias a la implementación del proyecto Toyota Well, una alianza con la automotriz japonesa que aplica el Toyota Production System (TPS) a la producción petrolera.
“Este resultado demuestra que la innovación aplicada con disciplina transforma la industria. Toyota Well nos permite producir más, mejor y más rápido”, afirmó Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.
El proyecto, que comenzó como una prueba piloto, hoy está implementado a escala completa, con más de 250 profesionales y contratistas trabajando en equipos integrados. La metodología permitió reducir un 71% los tiempos de puesta en marcha, pasando de diez días a enganchar cuatro pozos en menos de 24 horas, un récord para la industria nacional.
La transformación también se apoya en el Real Time Intelligence Center (RTIC), el centro de monitoreo de YPF que procesa datos en tiempo real, optimiza decisiones y aporta soporte técnico desde la superficie. Esta herramienta tecnológica se convirtió en un pilar fundamental para la eficiencia operativa en Vaca Muerta.
Con esta nueva marca, YPF reafirma su liderazgo en la cuenca neuquina y consolida a Vaca Muerta como uno de los polos de desarrollo no convencional más avanzados del mundo, donde la ingeniería argentina demuestra su capacidad para innovar, competir y seguir batiendo récords.
                            
                            
                            
                            
                            
                            
                            
                            
                
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