La empresa, creada en 2023 por tres socios con amplia experiencia en el sector, fue adquirida por J&F a fines de ese mismo año. El grupo, presente en 190 países, factura cerca de US$ 80.000 millones anuales y lidera el mercado privado brasileño en múltiples sectores, desde la proteína animal y la minería hasta la banca, la energía y el petróleo.
En Argentina, Fluxus adquirió el bloque Centenario, ubicado en la ciudad de Neuquén, que pertenecía a Pluspetrol. Actualmente la operación se encuentra en fase de transición, a la espera de la aprobación final por parte de la provincia para que la compañía asuma el control operativo.
El campo Centenario posee producción convencional y potencial en shale. Si bien Pluspetrol no desarrolló la formación Vaca Muerta en este bloque, Fluxus planea iniciar un piloto de producción de petróleo en esa formación, además de incrementar el volumen de gas extraído de los reservorios convencionales.
Ricardo Savini, CEO de Fluxus, destacó que el objetivo inicial es consolidar la operación de Centenario y, una vez cumplida esta etapa, avanzar en nuevas oportunidades de inversión en el país. La empresa no descarta participar en proyectos tanto convencionales como no convencionales, incluyendo bloques maduros que grandes operadoras podrían vender.
En este sentido, Savini confirmó que evaluaron participar en el Proyecto Andes de YPF, aunque finalmente decidieron no presentar oferta, priorizando la consolidación del activo adquirido. No obstante, mantienen el interés en campos en Mendoza, Río Negro y la Cuenca Austral, además de otras áreas periféricas de Vaca Muerta.
La estrategia de Fluxus está alineada con la visión integrada de J&F en petróleo y gas, que combina producción, comercialización y consumo. A través de AMBAR Energía, el grupo opera más de 40 plantas termoeléctricas en Brasil, que demandan 15 millones de m³ diarios de gas, parte de los cuales podrían provenir de Argentina.
Dos de estas plantas se encuentran muy cerca de la frontera: en Uruguayana, junto a Argentina, y en Cuiabá, cerca de Bolivia, lo que facilita la logística de integración energética regional. El plan contempla asegurar suministro a largo plazo para este parque de generación.
Savini remarcó que Vaca Muerta continúa ofreciendo oportunidades de inversión a precios competitivos, especialmente en áreas menos desarrolladas, en contraste con los valores pagados por bloques más consolidados.
En cuanto a la coyuntura argentina, el ejecutivo afirmó que observa una industria petrolera más fuerte que en el pasado, con altos niveles de actividad y solidez empresarial. Consideró que existe “una revolución” en marcha que no siempre es percibida, ni siquiera dentro del país.
Sobre la gestión del gobierno de Javier Milei, valoró la estabilización macroeconómica y la liberalización parcial del mercado como factores que favorecen la llegada de capitales y reducen el riesgo para las inversiones de largo plazo.
Según Savini, Argentina combina tres elementos que potencian su atractivo: un importante recurso geológico, inversiones previas en tecnología por parte de las operadoras y un contexto regulatorio más favorable que en otros países de la región.
Aun así, advirtió que la estabilidad normativa y la previsibilidad jurídica son claves para atraer capital a gran escala, señalando que en otros mercados de América Latina los recursos no se explotan plenamente debido a trabas regulatorias.
Fluxus no definió un monto fijo de inversión para Argentina, ya que las cifras dependerán de las oportunidades que surjan. Sin embargo, el respaldo financiero de J&F permite proyectar operaciones de gran envergadura, con capital propio como principal fuente de financiamiento.
El inicio de operaciones en Centenario y la puesta en marcha del piloto en Vaca Muerta marcarán el primer paso de la compañía en el país, con el objetivo de integrar la producción argentina a la red energética de Brasil y consolidar a Fluxus como un actor clave en la región.
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