El parque de San Luis Norte cuenta con 112,5 MW de energía eólica en operación desde diciembre de 2023 y 18 MW de energía solar fotovoltaica recientemente incorporados. Con este avance, la compañía argentina busca consolidar un esquema de generación renovable más eficiente y resiliente, en línea con los objetivos de transición energética que promueve la diversificación de la matriz en Argentina.
La elección de la tecnología de Vestas se basó en la capacidad de ofrecer una plataforma que centraliza la operación sin necesidad de un controlador maestro externo, lo que mejora la eficiencia en la gestión y la integración con el sistema SCADA ya instalado en la planta. Este enfoque permite operar simultáneamente ambas fuentes de energía y optimizar la generación en tiempo real según condiciones climáticas y demandas de red.
Desde el inicio, el proyecto buscaba una solución robusta y confiable que asegurara compatibilidad normativa y posibilidad de expansión futura. El sistema de control híbrido de Vestas cumple con los requisitos del sistema eléctrico argentino, además de permitir una operación escalable con potencial de incorporar nuevas tecnologías en el futuro.
“Este proyecto marca un hito en la región al integrar ambas fuentes de energía bajo un mismo sistema de control. La solución Vestas-PPC permite una gestión optimizada de la planta y facilita su integración con el sistema SCADA ya instalado en San Luis Norte”, explicó Carlos María Ríos, responsable de conexiones eléctricas de Vestas para Latinoamérica Sur.
La iniciativa refuerza el compromiso de PCR y Vestas con una transición energética sostenible, consolidando un modelo de innovación tecnológica que puede ser replicado en otros proyectos híbridos de la región. Según ambas compañías, se trata de un precedente clave para futuros desarrollos que combinen distintas fuentes renovables.
Por su parte, Pablo Ibañez, coordinador del proyecto San Luis Norte e Hibridación, destacó la relevancia de la solución adoptada. “La funcionalidad híbrida del Vestas-PPC nos permitió consolidar el control de la planta, mejorar la eficiencia operativa y aumentar el factor de carga del parque. Este avance representa un nuevo capítulo en la evolución de las energías renovables en Latinoamérica, apostando por una transición energética inteligente, confiable y sostenible”.
El esquema híbrido aporta beneficios adicionales como la complementariedad de recursos, al combinar generación solar durante el día con la eólica que puede mantenerse activa en distintos momentos del año. Esto permite una producción más estable y predecible, aumentando la eficiencia operativa.
Entre las ventajas también se destaca el menor impacto ambiental, ya que se reduce la duplicación de instalaciones y se optimiza el uso del terreno. Asimismo, se incrementa la resiliencia energética al diversificar las fuentes de generación frente a variaciones climáticas o fluctuaciones de la demanda.
El proyecto de San Luis Norte refleja una tendencia global hacia la hibridación de tecnologías renovables, considerada una evolución clave en el camino hacia la descarbonización. En este caso, se trata de una iniciativa que combina innovación tecnológica, eficiencia operativa y sustentabilidad ambiental.
Vestas, con 190 GW de capacidad instalada en 88 países, es líder global en energía eólica. Además de diseñar, fabricar e instalar aerogeneradores, la compañía mantiene 157 GW de turbinas en todo el mundo, lo que le otorga un conocimiento estratégico a partir de datos operativos para maximizar la eficiencia de sus proyectos.
En tanto, PCR es una empresa de capitales argentinos con más de 100 años de trayectoria en petróleo y gas, cemento y energías renovables. Actualmente opera cuatro complejos eólicos con una potencia total de 527,4 MW en Santa Cruz, Buenos Aires y San Luis, además de contar con plantas de cemento en Chubut y Santa Cruz, y operaciones en petróleo y gas en La Pampa, Mendoza y Ecuador.
La decisión de integrar el sistema de control híbrido de Vestas en San Luis Norte refleja la apuesta de PCR por la innovación tecnológica y la eficiencia, en un contexto en el que las energías renovables se consolidan como pilares de la transición energética en Argentina y la región.
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