Cacciola fue el encargado de abrir el debate y planteó que la minería atraviesa un momento clave, aunque con situaciones diferenciadas según el tipo de mineral. Destacó que el oro y la plata continúan siendo los principales generadores de divisas, pero advirtió que su producción está en declive, lo que obliga a estimular la exploración. En contraste, el litio se encuentra en una etapa de fuerte crecimiento y el cobre aparece como la gran oportunidad de desarrollo para el país.
El titular de la CAEM señaló que la producción de minerales industriales como la cal, el cemento y la piedra partida enfrenta un panorama crítico, debido a la falta de impulso de la obra pública. Aun así, remarcó que se podrían encontrar nichos de recuperación a través de la minería metalífera. Además, anticipó que a fin de año las exportaciones mineras podrían alcanzar un récord histórico, ubicándose entre US$ 5.200 y US$ 5.400 millones.
Cusianovich, por su parte, subrayó que la percepción pública de la minería ha cambiado, con niveles de aprobación del 60% al 70% en provincias como San Juan, Catamarca y Santa Cruz. Sin embargo, advirtió que ese interés creciente puede transformarse en un problema si no se administran bien las expectativas. Para el consultor, el paso decisivo es transformar el potencial en resultados concretos.
En su análisis, planteó que la minería puede modificar no solo la distribución de recursos, sino también el equilibrio político. El empoderamiento de las provincias productoras podría llevar a una revisión del sistema federal, con mayor protagonismo en la gestión de los recursos naturales.
Dávila sumó una mirada binacional, centrada en las oportunidades de cooperación entre Argentina y Chile en torno al cobre. Destacó que ambos países cuentan con condiciones para impulsar proyectos de clase mundial y que este es un momento oportuno para fomentar la sinergia a través de seminarios y acuerdos de trabajo conjunto.
Cacciola advirtió que la integración debe ser cuidadosamente administrada, ya que el tratado binacional de cooperación fue concebido hace 30 años en un contexto muy diferente. En ese sentido, pidió priorizar el trabajo argentino, sobre todo en puestos de baja especialización, para garantizar que la minería se convierta en una fuente de crecimiento para las familias.
El dirigente minero también hizo referencia a la ley de Glaciares, cuya falta de definiciones genera incertidumbre en varios proyectos. Consideró que es necesario contar con un marco normativo claro que defina qué áreas deben ser protegidas y cuáles pueden ser explotadas bajo criterios de sustentabilidad.
Cusianovich coincidió en la necesidad de resolver el marco regulatorio y agregó que la cuestión de los proveedores está atravesada por factores políticos y sociales. Señaló que existen comunidades que dependen de la actividad y empresas profesionales que buscan mayor previsibilidad, lo que requiere una mirada más objetiva para garantizar la competitividad.
El consultor remarcó que la minería es uno de los pocos sectores capaces de proyectar números concretos y que esa capacidad debería servir para ordenar las expectativas. Según su visión, es necesario mostrar con datos cómo el sector puede generar recursos suficientes para satisfacer las demandas de los distintos actores.
Otro de los ejes del panel fue la capacitación de recursos humanos. Cacciola advirtió que el cobre multiplicará el impacto de la minería por cuatro, cinco o hasta seis veces, tanto en proveedores como en inversión directa. Por eso, insistió en la necesidad de preparar trabajadores argentinos para ocupar los puestos de menor calificación.
Para alcanzar esos objetivos, Cacciola llamó a los distintos actores —políticos, empresas y proveedores— a ceder parte de sus pretensiones y acordar cuestiones básicas sobre el rol federal de las provincias. Según planteó, el poder está en las jurisdicciones, pero debe utilizarse de manera inteligente para potenciar el desarrollo minero.
Cusianovich advirtió que el tiempo de espera se acorta. Consideró que la minería ya logró instalarse en la agenda pública, pero ahora debe dar respuestas concretas. Recordó que Argentina, Chile y Perú concentrarán en breve la mitad de la producción mundial de cobre, mientras que en litio también se observa un fenómeno de escala global.
El cierre del panel dejó en claro que la minería argentina se encuentra en un punto de inflexión. Con recursos estratégicos como el litio y el cobre, un marco de expectativas crecientes y la posibilidad de integrarse regionalmente, el sector enfrenta el desafío de consolidar un marco regulatorio estable y políticas de capacitación que permitan transformar el potencial en una realidad sostenible.
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