El crecimiento exponencial de la producción tuvo como epicentro la formación de Vaca Muerta, cuyo potencial sigue siendo el eje del desarrollo de la industria hidrocarburífera. Este desempeño permitió un superávit en la balanza comercial del sector energético de 5 mil millones de dólares, cifra que equivale a los recientes pagos del Tesoro a acreedores privados.
Uno de los factores determinantes fue la menor necesidad de importar gas natural gracias a la ampliación de la infraestructura local. La reconversión del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, rebautizado en 2023 como Perito Francisco Pascasio Moreno, incrementó la capacidad de transporte, favoreciendo la distribución interna.
Las expectativas para 2025 son optimistas, proyectándose un superávit energético que superaría los 8 mil millones de dólares, según datos preliminares que serán confirmados por el Indec en los próximos días.
En cuanto a la producción de petróleo, se estima que se mantuvo por encima de los 750 mil barriles diarios durante 2024. Este volumen se asemeja a los registros obtenidos en 2003, marcando un crecimiento anual del 10%. Empresas como YPF lideraron el sector, produciendo cerca de 360 mil barriles diarios, seguidas por Pan American Energy (110 mil barriles) y Vista (70 mil barriles).
Para continuar con este crecimiento, las principales petroleras, entre ellas Chevron y Pampa Energía, ya proyectan la construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur. Esta obra, valuada en 3 mil millones de dólares, permitirá transportar hasta 750 mil barriles diarios desde Neuquén hasta Punta Colorada, en Río Negro, donde se desarrollará una terminal portuaria de gran capacidad.
El gas natural también mostró un desempeño excepcional. Durante los primeros 11 meses de 2024, se alcanzó un promedio de 142,5 millones de metros cúbicos diarios. YPF lideró la producción, con Total Energies como el principal operador, seguida por PAE, Tecpetrol, Pampa Energía y Harbour Energy.
El aumento en la producción de gas se logró gracias a inversiones que superaron los 11.350 millones de dólares. Este capital fue destinado principalmente a técnicas de fractura hidráulica, como el fracking, que utiliza grandes cantidades de arena y agua a alta presión para estimular la roca madre.
El avance de Vaca Muerta consolidó a Argentina como un actor clave en el mercado energético global. Esta formación geológica representa el 85% de la producción no convencional del país, reafirmando su importancia estratégica.
Además, la ampliación de infraestructura no solo mejoró la distribución interna, sino que también abrió nuevas oportunidades de exportación hacia mercados internacionales, fortaleciendo la posición comercial del país.
Los logros alcanzados en 2024 reflejan el potencial latente de Argentina como potencia energética. El esfuerzo conjunto entre el sector público y privado ha permitido maximizar los recursos disponibles y establecer un camino de crecimiento sostenido.
No obstante, el desafío radica en mantener este ritmo en los próximos años. La consolidación de proyectos como el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur y la ampliación de otras infraestructuras serán claves para sostener la competitividad.
El superávit logrado y las inversiones en curso muestran que el sector energético argentino no solo es un motor económico, sino también una oportunidad para fortalecer la soberanía energética y contribuir al desarrollo sostenible del país.
Producción de petróleo en Argentina: el auge de 2024 marca un hito histórico
La producción de petróleo en Argentina alcanzó en 2024 el nivel más alto de los últimos 20 años, logrando cifras no vistas desde 2004. Este logro también se replicó en la producción de gas natural, que alcanzó niveles únicos desde 2008, destacando un año crucial para el desarrollo energético del país.