Transener opera más del 85% de la red nacional de alta tensión, y por sus líneas circula más del 65% de la energía eléctrica generada en el país. Su papel estratégico en el sistema eléctrico nacional hace que cualquier movimiento dentro de su estructura tenga un impacto directo tanto en el mercado como en el esquema energético.
El contexto que rodea a esta renuncia es complejo. A finales de 2024, el Gobierno Nacional confirmó su decisión de avanzar con la venta de su participación en Transener, a través de la empresa estatal Energía Argentina S.A. (ENARSA). Este paquete accionario representa el 50% de Citelec S.A., que a su vez controla el 51% de Transener junto con Pampa Energía, propietaria del otro 50%.
Desde el anuncio de la posible privatización, las acciones de Transener (ticker $TRAN) habían mostrado un notable repunte, reflejando el creciente interés de los inversores. Sin embargo, la renuncia de Ruiz trajo consigo una fuerte corrección: durante la rueda del 4 de junio, los papeles de la compañía cayeron 8,32%, en medio de la incertidumbre que generó la noticia.
La empresa comunicó la salida de Ruiz a través de un hecho relevante publicado en Bolsar, en el que se argumenta que la renuncia obedece a “razones de índole estrictamente personal”. No obstante, el hermetismo con el que se manejó el anuncio alimentó especulaciones sobre posibles tensiones internas relacionadas con el proceso de privatización.
A pesar de este episodio, desde Bull Market Brokers aseguraron que Transener continúa siendo un activo con fundamentos sólidos y perspectivas favorables a mediano plazo. Por ello, la firma mantuvo al papel dentro de su cartera recomendada para el mes de junio, destacando sus ventajas estructurales y su potencial de valorización.
Entre los puntos fuertes de la compañía se menciona la vigencia de su contrato de concesión por 95 años, lo que garantiza una importante estabilidad operativa. Además, Transener detenta un monopolio regulado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), lo que le otorga una posición única en el sistema.
Otra característica destacada es su esquema de ingresos regulados, que se ajustan mensualmente según los índices de inflación (IPC e IPIM), permitiéndole mantener márgenes razonables en un entorno inflacionario. También sobresale por su eficiencia operativa, con costos por debajo del promedio del sector.
El control de gastos administrativos y operativos es otro de los factores que le otorgan competitividad, así como su sólida rentabilidad fiscal, incluso en un contexto de alta presión impositiva. La empresa también presenta un alto retorno sobre el patrimonio neto, lo que resulta atractivo para los accionistas.
En este marco, analistas e inversores seguirán de cerca los próximos pasos del Gobierno respecto al proceso de privatización. La salida de Ruiz podría marcar el inicio de una etapa de reconfiguración dentro de la compañía, con efectos que podrían derivar en oportunidades estratégicas tanto para el sector público como para el privado.
Para quienes evalúan ingresar en el capital de la empresa, Bull Market Brokers ofrece la posibilidad de invertir en Transener de manera online, abriendo una cuenta gratuita. A pesar del revuelo actual, la empresa mantiene una posición robusta en el sector energético argentino, lo que podría traducirse en una oportunidad para quienes apuesten al mediano y largo plazo.
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