La información proviene de reportes técnicos internacionales —como los NI 43-101—, presentaciones de empresas y datos oficiales. El documento funciona como brújula para inversores y para los gobiernos provinciales y nacional, al ofrecer una foto consolidada de qué hay bajo tierra y en qué etapa se encuentra cada iniciativa.
“Elaboramos estimaciones de recursos minerales que muestran el potencial minero del país”, señala el estudio realizado por el equipo de la geóloga Magaly Quintrein de la UBA, bajo la coordinación de Yudy Alejandra Arango Murillo, directora de Asistencia al Productor Minero. “Estos valores son clave para evaluar la viabilidad económica de los proyectos”, agrega el informe.
El director de Economía Minera, Camilo Hereñú, destacó la relevancia metodológica: “Recopilar, procesar y sintetizar una cantidad tan vasta de información exige rigor e integralidad para aportar datos confiables y útiles al sector”. Las definiciones permiten estimar mineral a extraer, vida útil de yacimientos y bases financieras para cada proyecto.
La actualización confirma un potencial grande y diversificado. Litio: 197,9 millones de toneladas en recursos y 18,6 millones de toneladas en reservas. Cobre: 116 millones de toneladas en recursos y 17,1 millones en reservas. Oro: 138,4 millones de onzas en recursos y 33,6 millones en reservas. Plata: 3.839,5 millones de onzas en recursos y 492,7 millones en reservas. Uranio: 36.483 toneladas en recursos.
Detrás de cada cifra hay proyectos en producción, pre-construcción, construcción, pre-factibilidad, factibilidad o exploración. Varios esperan decisión final de inversión para avanzar, mientras otros suman infraestructura y permisos para ingresar en etapas productivas en el corto y mediano plazo.
La minería representó el 4% de las exportaciones nacionales con US$ 4.633 millones en 2024, y se espera que 2025 cierre por encima de US$ 5.000 millones, un récord con crecimiento interanual de 14%. La Secretaría de Minería proyecta que el país podría cuadruplicar sus ventas externas para 2030 hasta US$ 18.600 millones, impulsado por litio y cobre.
El atractivo no pasa inadvertido: en 2024, Argentina fue el sexto destino global en captación de inversión para exploración, superando a plazas tradicionales como Perú y Brasil. En paralelo, el análisis de LLYC muestra una conversación digital más favorable al sector, con aumento de menciones positivas y descenso de las negativas.
El litio concentra su mapa en el NOA, con epicentro en Catamarca, Salta y Jujuy. Sobresalen Cauchari-Olaroz (Ganfeng/Rio Tinto), Centenario-Ratones (Eramet), Mariana (Ganfeng), Olaroz (Rio Tinto), Fénix (Rio Tinto) y Sal de Oro (POSCO), en producción o construcción. Proyectos como Sal de Vida y Tres Quebradas avanzan en ampliar la capacidad. Con 197,9 millones de toneladas de recursos, el país concentra 20% de los recursos mundiales y 13,3% de las reservas, y es hoy el quinto productor global.
En cobre, el portafolio posiciona a Argentina entre las promesas de la próxima década. El Pachón (Glencore) suma 25,4 millones de toneladas en recursos; Josemaría (Lundin Mining), en construcción, registra 4,6 millones en recursos y 3 millones en reservas; Los Azules (McEwen Mining) reporta 17 millones de toneladas en recursos inferidos; Taca Taca (First Quantum) alcanza 19,3 millones en recursos y 7,7 millones en reservas. Con 116 millones de toneladas en recursos, las exportaciones podrían superar los US$ 5.000 millones anuales hacia 2030.
El oro constituye hoy la base del esquema exportador minero. Operan Veladero (Barrick) en San Juan, Cerro Negro (Newmont) y Cerro Vanguardia (AngloGold Ashanti) en Santa Cruz. Se suman proyectos en exploración y desarrollo como Hualilán (Challenger Gold), Suyai (Pan American Silver) y Taguas, que podrían extender la vida del sector.
La plata ofrece un potencial de escala global: Argentina posee 3.839,5 millones de onzas en recursos. Navidad (Pan American Silver), en Chubut, es uno de los mayores depósitos sin explotar del mundo. A ello se agregan Diablillos (AbraSilver), El Quevar (Argenta Silver) y los activos en producción de Puna Operations (SSR Mining) y San José (Hochschild).
El uranio totaliza 36.483 toneladas en recursos, con Amarillo Grande (Blue Sky Uranium) como líder y con Cerro Solo, Sierra Pintada y Don Otto bajo la CNEA, además de Laguna Salada (Jaguar Uranium). En un contexto de revalorización global de la energía nuclear, el mineral vuelve a escalar en la agenda energética.
La Secretaría de Minería informó que durante 2024 la producción de carbonato de litio rondó las 70.000 toneladas, con nuevas operaciones en Salta que se sumaron a Jujuy y Catamarca. Con seis proyectos en producción, el país se prepara para escalar posiciones y aspira a convertirse en el segundo productor mundial en el mediano plazo.
La actualización oficial también releva tendencias de percepción pública. Según LLYC, el litio redujo su participación en menciones digitales del 15% al 9% por la caída de precios y menor novedad, mientras el cobre duplicó su volumen en X del 2% al 4% y ganó centralidad en el discurso institucional.
La base renovada opera como mapa estratégico: ubica qué minerales tiene el país, dónde están, en qué fase evolutiva se encuentran y cuánto podrían aportar al desarrollo. “Estos valores son un insumo clave para planificar políticas públicas, diseñar nuevos proyectos y atraer inversiones en el marco de una minería sustentable”, concluyó el equipo de Magaly Quintrein. El desafío es transformar recursos en producción e impacto económico concreto para las provincias y la Nación.
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