En declaraciones periodísticas, González puso el foco en la evolución de la deuda y los resultados económicos de YPF durante el último año, bajo la conducción de Horacio Marín. Según señaló, la empresa pasó de tener una deuda cercana a los US$ 6.000 millones a alcanzar los US$ 8.800 millones, sin que ello se traduzca en balances positivos.
“El aumento de la producción en Vaca Muerta no es un mérito de esta gestión. Es un proceso que viene de arrastre, con inversiones y decisiones tomadas con anterioridad”, afirmó el ex titular de la compañía, al cuestionar el relato oficial sobre los logros operativos.
González remarcó que el crecimiento del pasivo se dio en un contexto de resultados negativos. Indicó que YPF registró pérdidas en los últimos tres trimestres, a pesar de haber facturado US$ 4.600 millones en el primer trimestre de 2025, período en el que igualmente mostró una pérdida de US$10 millones.
Uno de los puntos que más preocupación genera, según el ex presidente de la petrolera, es el flujo de caja. Detalló que el flujo operativo fue negativo en todos los últimos trimestres: US$ 957 millones en el primero, US$ 325 millones en el segundo y US$ 759 millones en el tercero, lo que compromete la sostenibilidad financiera de la empresa.
En relación con la deuda, González recordó que tras 2020 se había logrado reducirla desde niveles cercanos a los US$ 8.000 millones hasta aproximadamente US$ 6.000 millones. Sin embargo, explicó que esa tendencia se revirtió y que desde diciembre de 2023 el endeudamiento aumentó en unos US$ 2.800 millones.
El ex titular de YPF también cuestionó la estrategia de desprenderse de activos considerados rentables para cubrir desequilibrios financieros. Mencionó puntualmente la venta de participaciones en negocios como Profertil y Metrogas, al tiempo que advirtió sobre una desvalorización patrimonial previa a la venta de activos por US$ 2.288 millones.
Otro aspecto señalado fue el costo asociado a la salida de áreas maduras. González afirmó que la empresa destinó alrededor de US$1.100 millones al pago de indemnizaciones, lo que sumado al aumento de la deuda genera, a su entender, un impacto negativo significativo en la estructura financiera.
“La combinación de mayor deuda, ventas de activos y fuertes pagos por indemnizaciones deja a la empresa en una situación delicada”, sostuvo, al advertir que las decisiones actuales comprometen la capacidad de inversión futura.
Finalmente, González alertó sobre los compromisos financieros inmediatos que enfrenta YPF. Indicó que durante el primer trimestre de 2026 la compañía deberá afrontar vencimientos por unos US$ 2.266 millones, en un contexto de flujos negativos y sin señales claras de recuperación económica.
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