La empresa espera que el proceso de Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT) le permita actualizar sus ingresos y así financiar estos proyectos sin continuar acumulando deudas con CAMMESA, la compañía administradora del mercado mayorista eléctrico.
Entre las obras planificadas, Edenor proyecta la construcción de tres nuevas subestaciones eléctricas en Hurlingham, el corredor norte y General Rodríguez. Cada una de ellas demandará una inversión de entre U$S 60 y 80 millones y se espera que estén finalizadas en los próximos tres años.
Además, la distribuidora prevé el desarrollo de un innovador sistema de almacenamiento de energía, con una inversión de U$S 500 millones. Este proyecto permitirá inyectar energía al sistema en caso de faltantes y contribuirá a reducir los cortes de suministro en momentos críticos.
A pesar del congelamiento tarifario en los últimos años, Edenor ha destinado un promedio de U$S 200 millones anuales a inversiones. Esto ha representado aproximadamente el 50% de sus ingresos, lo que ha generado un aumento en su deuda con CAMMESA.
Con la actualización tarifaria en curso, la empresa espera recomponer sus finanzas y asegurar la viabilidad de sus inversiones. El nuevo esquema permitirá que la distribuidora deje de operar con pérdidas y cuente con mayores recursos para mejorar el servicio.
El ajuste en las tarifas impactará en los costos de distribución y transporte, aunque las autoridades han anticipado que el incremento no superará el 10% para los usuarios residenciales del AMBA.
En paralelo, Edenor proyecta incrementar en 270 MW la capacidad de su red para el año 2027. Este esfuerzo forma parte de un plan integral para acompañar el crecimiento de la demanda energética en la región.
Las inversiones de Edenor se complementan con las de Edesur, que destinará U$S 875 millones a mejoras en su infraestructura. Además, el Gobierno trabaja en una reforma del esquema de subsidios a la energía para focalizarlos en los sectores más vulnerables.
El congelamiento de tarifas que se mantuvo durante varios años afectó la situación financiera de las distribuidoras. Sin embargo, la recomposición prevista permitirá mejorar los márgenes de rentabilidad y garantizar la expansión de la red eléctrica.
La nueva estructura tarifaria no solo favorecerá la financiación de proyectos de infraestructura, sino que también introducirá una segmentación de subsidios, en línea con las políticas gubernamentales de asistencia a los sectores de menores ingresos.
Con la entrada en vigencia de los nuevos cuadros tarifarios en abril, los usuarios del AMBA experimentarán un ajuste en sus facturas. No obstante, las autoridades han asegurado que los incrementos serán moderados y no superarán el 10%.
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