Más allá del contexto macroeconómico, el gran desafío de Vaca Muerta es desarrollar la infraestructura necesaria para evacuar y procesar petróleo y gas. Actualmente, hay proyectos en marcha por más de 10 mil millones de dólares, tanto del sector público como privado. Entre estos, destacan el Duplicar Plus de Oldelval, la ampliación de la terminal de almacenaje y exportación de petróleo de Puerto Rosales, y la reactivación del bombeo de crudo hacia Chile a través del Oleoducto Trasandino.
En el ámbito gasífero, el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y la reversión del Gasoducto del Norte son proyectos significativos, con otros ambiciosos como la planta de licuefacción de YPF y Petronas y el proyecto NGL de Tecpetrol. La nueva era en Vaca Muerta abre la puerta al nacimiento de los midstreamers, un segmento inaugurado por TGS con la construcción del gasoducto Vaca Muerta Norte y la planta de acondicionamiento en Tratayén.
Sin embargo, consolidar el midstream como un segmento independiente aún tiene un largo camino por recorrer en Argentina, donde las compañías que intervienen en el midstream, como Oldelval, TGS y Mega, son sociedades conformadas por las principales operadoras. En contraste, en el Permian de Estados Unidos, el midstream se desarrolló de forma muy diferente, con el surgimiento de master limited partnerships (MLP), empresas que cotizan en el mercado de valores y operan principalmente en gasoductos, oleoductos y plantas de procesamiento de gas.
El consultor Jorge Foglietta, con 48 años de experiencia en proyectos de tecnología de procesos e ingeniería de facilidades de producción de petróleo y gas, señaló que en Vaca Muerta “debemos mirar qué hacen otros y de ahí tomar los modelos que nos sirvan y adecuarlos”. Foglietta explicó que el midstream en Estados Unidos fue inventado por grandes petroleras en los años '80 como un negocio de bajo riesgo y muy poca regulación comercial.
Con la revolución del shale hacia 2008, el boom de producción desafió a los sistemas de transporte de crudo, y el midstream jugó un papel crucial en este desarrollo. En los últimos seis años, la producción de crudo y gas de Permian se triplicó, y las empresas de midstream han trabajado mano a mano con los productores para garantizar el desarrollo de sistemas de gathering, plantas de procesamiento de gas y otras infraestructuras.
Actualmente, el negocio del midstream en Estados Unidos está mutando, con compañías que vuelven a comprar segmentos intermedios vendidos hace 20 o 30 años. En Argentina, Vaca Muerta enfrenta un desafío similar, aunque en una escala menor. Foglietta destacó la necesidad de completar los proyectos en marcha y de buscar socios extranjeros con experiencia en midstream para fomentar el desarrollo del segmento en el país.
Entre las diferencias entre Permian y Vaca Muerta, además de la escala, se encuentra el hecho de que en Estados Unidos el planeamiento estratégico de las obras del midstream está en manos de privados, mientras que en Argentina, la propiedad estatal desincentiva el desarrollo. El mayor desafío para los próximos años en Vaca Muerta es completar los proyectos actuales y desarrollar más infraestructura para evacuar y procesar los recursos producidos.
En este contexto, la evolución del sector midstream en Vaca Muerta se presenta como una oportunidad crucial para fortalecer la autonomía operativa y la eficiencia del sector energético argentino. Con proyectos en marcha que abarcan desde la ampliación de infraestructuras de transporte hasta la implementación de tecnologías avanzadas de procesamiento, el panorama apunta hacia una transformación significativa. Sin embargo, el camino hacia la replicación del modelo del Permian implica superar desafíos regulatorios, financieros y logísticos, así como fomentar alianzas estratégicas con actores internacionales especializados en midstream, para aprovechar su experiencia y acelerar el desarrollo del sector en el país.
A medida que Vaca Muerta avanza en su ambicioso proyecto de aumentar la producción y mejorar la capacidad de exportación, el papel del midstream adquiere una relevancia aún mayor. Este segmento no solo facilita la extracción y transporte de recursos energéticos, sino que también se posiciona como un motor clave para la atracción de inversiones y la creación de empleo especializado. Con un enfoque en la innovación tecnológica y la sostenibilidad, Argentina tiene la oportunidad de consolidarse como un jugador significativo en el mercado global de energía, siguiendo los pasos de regiones como el Permian, adaptando y optimizando estrategias para sus propias necesidades y potencialidades únicas.
El desafío del midstream en Vaca Muerta (perspectivas hacia el modelo del Permian)
En Estados Unidos, la cuna tecnológica del shale y espejo de competitividad de Neuquén, el segmento se desarrolló de forma muy diferente, con el nacimiento de midstreamers independientes. En Argentina, el plan Duplicar de Oldelval representa la principal ampliación de oleoductos en marcha, un esfuerzo crucial para Vaca Muerta en su objetivo de alcanzar el millón de barriles diarios de producción hacia 2030.
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