El proyecto, que implica una inversión multimillonaria, es fundamental para la Argentina ya que podría ahorrar miles de millones de dólares en la compra de GNL en el exterior y, a la vez, permitir exportaciones cercanas a los 15.000 millones de dólares hacia 2030, según estimaciones de YPF. Durante esta primera etapa, se están enfocando en el desarrollo de la ingeniería del proyecto, un proceso que, según Marín, requiere una inversión de aproximadamente 200 millones de dólares.
Los rumores sobre la posible retirada de Petronas han generado preocupación en distintos niveles del gobierno nacional y provincial, dada la importancia de la inversión para la economía del país. Sin embargo, tanto Marín como el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, han insistido en que la planta de GNL se construirá, con Petronas o con otra empresa interesada en participar.
Curiosamente, mientras surgían estas versiones, desde la Casa Rosada se difundió una imagen del presidente Javier Milei reunido con altos directivos de la petrolera francesa TotalEnergies, lo que ha sido interpretado por algunos sectores como una señal de que otras empresas podrían estar interesadas en sumarse al ambicioso proyecto.
A pesar de la expectativa generada, desde Petronas no ha habido comentarios sobre el tema, y la empresa ha mantenido su política de no hablar públicamente sobre el proyecto. Esta postura ha alimentado las especulaciones sobre el futuro de su participación en la planta de GNL. Sin embargo, desde YPF insisten en que la planta es un paso estratégico clave para la Argentina, que permitiría no solo mejorar la balanza comercial del país, sino también posicionarlo como un exportador relevante de gas en la región.
Además de las repercusiones económicas, el proyecto de la planta de GNL es visto como una solución estratégica para aprovechar el potencial de Vaca Muerta, una de las reservas de gas no convencional más grandes del mundo. La construcción de esta planta permitiría agregar valor al gas producido en la región, facilitando su transformación en gas natural licuado para exportación. Esta posibilidad abriría nuevas oportunidades comerciales para Argentina, especialmente en mercados europeos y asiáticos, donde la demanda de GNL ha crecido considerablemente en los últimos años.
Por otro lado, la incertidumbre sobre la continuidad de Petronas ha generado inquietud en algunos sectores, ya que la empresa malaya tiene una vasta experiencia en el sector del GNL. Sin embargo, desde YPF se ha buscado minimizar estos temores al recalcar que el proyecto sigue siendo atractivo para otras compañías globales. La reciente reunión entre el presidente argentino y los directivos de TotalEnergies refuerza esta visión, destacando que hay interés por parte de otras grandes petroleras internacionales en participar en el desarrollo de este proyecto clave para el país.
A medida que avanza la fase de ingeniería y se define la participación de las empresas involucradas, la planta de GNL sigue siendo una de las principales apuestas del gobierno para dinamizar la industria energética argentina. Con la capacidad de transformar el gas en un recurso de exportación, este proyecto podría ser un pilar fundamental para mejorar la balanza comercial del país y asegurar una mayor independencia energética en los próximos años.
YPF garantiza la continuidad del proyecto de GNL (incluso sin Petronas)
El presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró que el proyecto para construir una planta de gas natural licuado (GNL) en conjunto con Petronas continuará adelante, aunque la empresa malaya decida retirarse. Marín abordó los rumores sobre una posible salida de Petronas durante una entrevista con radio El Observador, donde enfatizó que el desarrollo no depende exclusivamente de la compañía. "Si Petronas no continúa, YPF va a seguir adelante. Es un proyecto que tiene mucho interés, y pueden ingresar otras compañías", afirmó el titular de la petrolera estatal.
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