El acuerdo fue firmado en la Torre YPF de Puerto Madero con la presencia de altos ejecutivos de las compañías involucradas. Entre ellos, Horacio Marín (YPF), Miguel Galuccio (Vista), Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Germán Burmeister (Shell). Según declararon, se trata de “la obra de infraestructura de transporte de petróleo más importante de las últimas décadas”.
El proyecto incluye la construcción de un oleoducto de 437 kilómetros, una terminal de carga y descarga con monoboyas en Punta Colorada, Río Negro, y una playa de tanques para almacenamiento. Se espera que esté operativo en el cuarto trimestre de 2026, con una capacidad inicial para transportar 550 mil barriles diarios, que podría expandirse a 700 mil barriles en 2028.
Los socios principales del proyecto ya comprometieron 275 mil barriles diarios de capacidad, mientras que Chevron, Pluspetrol y Shell tendrán la opción de aportar hasta 230 mil barriles adicionales. El financiamiento estará compuesto por un 30% de aportes de las compañías y un 70% de préstamos locales e internacionales, a ser obtenidos en 2025.
Desde YPF resaltaron que este proyecto abrirá nuevas oportunidades para exportar petróleo no convencional, generando ingresos anuales por US$ 15.000 millones. Con futuras expansiones, estas cifras podrían superar los US$ 20.000 millones. Esto representa un paso estratégico para consolidar a Vaca Muerta como uno de los principales polos de energía en el mundo.
Un informe de PwC estima que, de continuar este desarrollo, Argentina podría alcanzar un superávit energético de USD 30.000 millones para 2030. Este avance colocaría al sector hidrocarburífero al nivel del agro, generando un importante flujo de divisas en un contexto de escasez de dólares.
El oleoducto Vaca Muerta Sur, junto con otras obras complementarias como la ampliación del Gasoducto Perito Moreno, será clave para superar los actuales cuellos de botella en la evacuación de petróleo. Además, el puerto de aguas profundas en Río Negro reducirá costos logísticos y facilitará el acceso a mercados internacionales.
Según analistas del sector, este tipo de inversiones son esenciales para que el país aproveche al máximo el potencial de Vaca Muerta y reduzca su histórica dependencia de combustibles importados. La construcción del oleoducto no solo potenciará las exportaciones, sino que también dinamizará la economía regional.
El proyecto Vmos no solo representa una obra de infraestructura, sino también un compromiso del sector privado con el desarrollo económico y energético del país. Su concreción marcará un antes y un después en la capacidad de Argentina para competir en el mercado energético global.
Las autoridades esperan que este tipo de iniciativas sirvan como ejemplo para atraer más inversiones internacionales al sector energético, fortaleciendo la posición del país como un jugador clave en la producción de petróleo no convencional.
Las principales petroleras impulsan una inversión de US$ 3.000 millones en Vaca Muerta
Las siete principales petroleras que operan en Argentina anunciaron un ambicioso proyecto de infraestructura denominado Vaca Muerta Sur (Vmos), con una inversión inicial de US$ 3.000 millones. Liderado por YPF en colaboración con Pan American Energy, Vista Energy, Pampa Energía, Chevron, Pluspetrol y Shell, el plan busca duplicar las exportaciones de petróleo no convencional del país. La iniciativa fue formalmente presentada al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
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