El salto productivo genera un impacto inmediato: desde este mes, uno de cada tres barriles que se extraen en la provincia proviene de la actividad no convencional que Phoenix desarrolla en la frontera con Neuquén. La empresa ya superó los 7.000 barriles diarios sumando sus operaciones en Confluencia Norte y Confluencia Sur.
El avance consolida una expansión que comenzó hace apenas un año, cuando Phoenix sorprendió al perforar y poner en producción los tres primeros pozos shale de la historia rionegrina. Esos desarrollos iniciales en Confluencia Norte confirmaron la presencia del reservorio y alentaron a la compañía a acelerar su programa exploratorio.
La firma informó que completó una inversión acumulada cercana a los 110 millones de dólares en ambos bloques. El nuevo pad de Confluencia Sur está ubicado entre el límite con Neuquén y la Ruta 151, en las cercanías de Villa Manzano, un corredor estratégico donde se concentra el ingreso de infraestructura hacia la zona productiva.
Los cuatro pozos conectados a fines del mes pasado superaron las expectativas. Durante el período de pruebas, el pad ya produce más de 5.000 barriles diarios, un registro muy por encima de lo proyectado y que ubica a la compañía en una posición de liderazgo dentro de la provincia.
Esta performance confirma un punto clave para la industria: la continuidad geológica de Vaca Muerta hacia Río Negro. Los pozos perforados alcanzaron longitudes totales de 6.350 metros, con ramas horizontales de 3.000 metros y un diseño de completación de 105 etapas de fractura, similar al utilizado en bloques de alto desempeño en Neuquén.
El paquete de pozos marca el cierre del primer compromiso exploratorio acordado con la provincia, que incluía siete pozos horizontales y la realización de un relevamiento sísmico 3D de 228 km² entre Confluencia Norte y Sur. Según la empresa, los resultados obtenidos validan plenamente el potencial shale del extremo noroeste rionegrino.
El CEO de Phoenix, Pablo Bizzotto, celebró el hito y subrayó el valor estratégico del proyecto para el mapa energético nacional. Afirmó que, años atrás, zonas como Mata Mora o Confluencia “ni siquiera figuraban en los mapas de la industria” y ponderó el trabajo del equipo que permitió poner en valor activos que estaban fuera del radar.
Phoenix Global Resources tiene como accionista mayoritario al grupo internacional Mercuria, uno de los mayores traders de energía del mundo. En los últimos años, la compañía amplió su superficie operada en Vaca Muerta hasta alcanzar 500 km², con participación en bloques de Neuquén y Río Negro.
La puesta en marcha de Confluencia Sur permite a la empresa alcanzar 19.000 barriles diarios de producción no convencional, un crecimiento que la posiciona como uno de los actores de mayor expansión dentro de la cuenca neuquina. La firma adelantó que proyecta sostener su ritmo inversor en 2026.
Para Río Negro, el avance representa una transformación profunda. Históricamente vinculada al petróleo convencional, la provincia comienza a consolidarse como un nuevo polo del shale, con inversiones, empleo y actividad que se expanden desde la frontera con Neuquén hacia el resto del territorio.
El impacto también redefine el mapa energético regional. La producción shale rionegrina se inserta en la mayor fase de crecimiento de Vaca Muerta desde sus inicios, aportando diversificación geográfica y nuevas fronteras productivas para la industria.
Con la confirmación técnica del reservorio y la escala alcanzada por Phoenix, Río Negro se prepara para competir en un terreno que hasta hace poco era exclusivo de Neuquén. El shale rionegrino deja de ser una promesa y se convierte en un nuevo eje de la matriz petrolera argentina.
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