En 2024, la inversión total en exploración y producción de hidrocarburos en Argentina ascendió a aproximadamente US$ 11.400 millones, de los cuales el 70% se destinó a Vaca Muerta. De ese monto, el 80% correspondió a compañías argentinas, que han incrementado su participación en la explotación de la formación geológica más importante del país.
El retiro de las multinacionales responde a diversos factores, entre ellos, la incertidumbre respecto a los precios del petróleo. En las últimas semanas, el barril de Brent y el WTI cotizaron por debajo de los US$ 70, lo que llevó a muchas empresas a revisar sus estrategias de inversión a mediano y largo plazo.
ExxonMobil, una de las petroleras más importantes del mundo, concretó su salida de Argentina en 2024 tras vender activos en Vaca Muerta por un total de US$ 2.000 millones. La mayor parte de estos activos fue adquirida por Pluspetrol y YPF, lo que consolidó aún más la presencia de empresas locales en la región.
Equinor, la petrolera noruega, también analiza la venta de sus activos en Vaca Muerta, donde es socia de YPF en los bloques Bandurria Sur y Bajo del Palo Oeste. Aunque aún no ha tomado una decisión definitiva, la compañía ha anunciado una reducción de US$ 8.000 millones en su capital de inversión global, con un fuerte enfoque en energías renovables y soluciones de bajas emisiones.
Por su parte, la francesa TotalEnergies ha comunicado una revisión de sus pozos de petróleo en Vaca Muerta y se ha mostrado dispuesta a desinvertir en la producción de shale oil en Argentina. Su enfoque en el país se centra en la producción de gas, con inversiones en la plataforma marítima Fénix en Tierra del Fuego.
Otra compañía que podría sumarse al retiro es Petronas, que en 2023 abandonó un ambicioso proyecto de gas natural licuado (GNL) y ahora evalúa desprenderse de su participación en el bloque La Amarga Chica, en sociedad con YPF.
Ante este escenario, YPF se posiciona como la gran protagonista del desarrollo de Vaca Muerta. La empresa estatal ha recibido nuevas concesiones en la región y planea focalizar sus inversiones en la producción no convencional. Su objetivo es reducir costos de extracción y fortalecer su competitividad en un mercado de precios volátiles.
Tecpetrol, del Grupo Techint, también apuesta fuerte por Vaca Muerta, con el objetivo de alcanzar una producción de 100.000 barriles diarios. Para lograrlo, invertirá más de US$ 2.000 millones en el desarrollo de Los Toldos II Este, además de destinar US$ 1.300 millones a infraestructura clave para la producción.
Pampa Energía es otra de las empresas argentinas que está acelerando sus inversiones en Vaca Muerta. En 2024, asignó US$ 750 millones al bloque Rincón de Aranda, con la meta de alcanzar una producción de 20.000 barriles diarios.
Pluspetrol, que recientemente adquirió activos de ExxonMobil, busca posicionarse como la segunda mayor productora de petróleo en Argentina. La empresa obtuvo autorización para emitir obligaciones negociables por US$ 1.100 millones, fondos que destinará a la explotación de los bloques comprados a la petrolera estadounidense.
El dominio de las empresas argentinas en Vaca Muerta es cada vez más evidente. Mientras las multinacionales buscan oportunidades en otros mercados, las compañías locales redoblan sus inversiones y consolidan su presencia en la mayor reserva de hidrocarburos del país.
Empresas argentinas lideran inversiones en Vaca Muerta mientras las multinacionales se retiran
Vaca Muerta, una de las principales reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, continúa su desarrollo impulsado por empresas argentinas, mientras que varias multinacionales optan por retirarse del mercado local. La tendencia se ha consolidado en los últimos años, con inversiones cada vez mayores de compañías nacionales y una reestructuración en el sector petrolero.
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