El anuncio fue realizado por el gobernador Alberto Weretilneck, quien enfatizó que la provincia "ya no la ve pasar, sino que es protagonista", en referencia a la histórica condición de Río Negro como territorio de paso de grandes proyectos energéticos. Con esta frase, el mandatario provincial ratificó la decisión política de que el desarrollo de Vaca Muerta genere empleo genuino, inversión y crecimiento económico local.
El acero que arribará al puerto fue solicitado por la empresa CB&I y será destinado a la construcción de los tanques de almacenamiento de crudo que forman parte de la terminal marítima. La operación logística implicará un intenso trabajo de coordinación y descarga, que contará con la participación de operarios portuarios y personal técnico altamente especializado.
En este contexto, Weretilneck se reunió con el intendente de San Antonio Oeste, Adrián Casadei, y con representantes del Sindicato de Obreros Portuarios (SOPSAO) para delinear un operativo seguro y eficiente. El encuentro coincidió con los festejos por el 120° aniversario de San Antonio Oeste, Las Grutas y el Puerto del Este, lo que le otorgó al anuncio un carácter simbólico y estratégico.
El proyecto VMOS es considerado una de las obras de infraestructura energética más ambiciosas de la historia argentina. Impulsado por un consorcio integrado por YPF, Pan American Energy, Vista, Pampa Energía, Pluspetrol, Chevron, Shell y GyP, prevé una inversión superior a los mil millones de dólares solo en territorio rionegrino durante los próximos 13 años.
Entre los principales compromisos acordados con la provincia, se destacan la contratación de un 80% de mano de obra local, la compra prioritaria de bienes y servicios rionegrinos, el establecimiento del domicilio legal de las firmas operadoras en Río Negro y un monitoreo ambiental permanente en el Golfo San Matías.
La magnitud del proyecto quedó confirmada esta semana con el anuncio de un financiamiento histórico: un préstamo sindicado por 2 mil millones de dólares liderado por Citi, Deutsche Bank, Itaú, JP Morgan y Santander, con participación de 14 bancos e inversores internacionales. Se trata del mayor crédito otorgado para una obra de infraestructura en el país y significa la reapertura del mercado global de Project Finance tras cinco años de inactividad.
El oleoducto, que tendrá una extensión de 437 kilómetros entre Allen y Punta Colorada, comenzaría a operar a fines de 2026 con una capacidad inicial de transporte de 180 mil barriles diarios, que se ampliaría a 550 mil hacia 2027. Según proyecciones oficiales, los ingresos por exportaciones podrían alcanzar los 15.000 millones de dólares en 2030.
Las obras complementarias avanzan a ritmo sostenido. En Allen, la firma Coripa S.A. ya ejecuta la impermeabilización de los tanques TK-07 y TK-08 mediante la colocación de geomembranas de polietileno de alta densidad, infraestructura clave para garantizar el almacenamiento seguro del petróleo antes de su despacho marítimo.
El gobernador subrayó que “cada etapa del proyecto VMOS es una oportunidad concreta para que Río Negro fortalezca su matriz productiva y se convierta en un actor principal en el comercio energético mundial”.
La llegada del acero a San Antonio Este, la consolidación del financiamiento internacional y el avance de las obras en diferentes puntos de la provincia confirman que el megaproyecto ya es una realidad palpable. Río Negro dejó de ser un simple observador de la transformación energética argentina para asumir un rol de liderazgo estratégico que proyecta su desarrollo hacia las próximas décadas.
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