Neuquén, epicentro de la producción, registró un récord histórico al alcanzar los 394,010 barriles diarios de petróleo, destacándose como el mayor volumen jamás registrado en la provincia. En términos de gas, se produjeron 150.2 millones de metros cúbicos diarios, un aumento significativo del 8.4% con respecto a abril.
La dependencia a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo destacó que este ascenso en la producción no solo es interanualmente notable, con un incremento del 8.8% en petróleo y 11.4% en gas, sino que también refleja un crecimiento continuo respecto a meses anteriores. Además, la exportación de combustibles ha experimentado un notable aumento del 85% en los primeros cinco meses del año, representando un ingreso anualizado de divisas significativo para el país.
A pesar de estos logros en la producción y exportación, el mercado interno de combustibles muestra una tendencia negativa, con una caída del 8% en las ventas al público durante mayo, continuando una tendencia descendente que ya lleva seis meses consecutivos. Esto se atribuye en parte a la recesión económica que enfrenta el país, aunque se observó una leve mejoría del 8.5% respecto a abril.
En respuesta a la volatilidad internacional del precio del crudo Brent, que ha mostrado una moderación al situarse en torno a los $82 USD por barril, el gobierno se prepara para un ajuste mínimo del 2% en los precios de la nafta y el gasoil a partir del próximo mes. Esta medida busca mitigar el impacto de la devaluación mensual del peso frente al dólar, que influye directamente en los costos internos de los combustibles.
La producción de petróleo y gas en Argentina continúa en ascenso, impulsada por el boom de Vaca Muerta y un entorno favorable para las exportaciones, aunque desafíos internos como la recesión económica y los ajustes en los precios de los combustibles marcan la agenda energética del país en los próximos meses.
El crecimiento constante en la producción de petróleo y gas en Argentina refleja no solo el éxito de proyectos como Vaca Muerta, sino también la capacidad del país para aprovechar sus recursos naturales en un contexto global cambiante. Con récords históricos en la extracción de hidrocarburos, especialmente en Neuquén, Argentina consolida su posición como uno de los actores clave en el mercado energético regional. Este aumento en la producción no solo impulsa la economía nacional a través de mayores ingresos por exportaciones, sino que también fortalece la seguridad energética interna, reduciendo la dependencia de importaciones externas.
Sin embargo, la dinámica del mercado interno presenta desafíos significativos, con una caída persistente en las ventas de combustibles a nivel local debido a la recesión económica. Aunque se observó una mejora mensual en las ventas durante mayo, la tendencia a la baja refleja preocupaciones sobre la demanda interna y la capacidad del consumidor para sostener precios más altos. Este panorama contrasta con el robusto desempeño en las exportaciones, que han mostrado un crecimiento notable y contribuyen de manera significativa a los ingresos de divisas del país.
En respuesta a las fluctuaciones internacionales del precio del crudo y los ajustes económicos locales, el gobierno anticipa un incremento mínimo en los precios de la nafta y el gasoil a partir del próximo mes. Este ajuste busca equilibrar las presiones inflacionarias y garantizar la estabilidad económica en un contexto global de volatilidad financiera. Con estos desafíos y oportunidades en juego, el sector energético argentino enfrenta un período crucial, donde la innovación tecnológica y la gestión eficiente de recursos jugarán un papel fundamental en el futuro desarrollo sostenible del país.
La producción de petróleo en Argentina se acerca a los 700.000 barriles diarios
La producción de petróleo en Argentina ha mostrado un crecimiento sostenido durante el último mes, según datos recientes de la Secretaría de Energía. En mayo, el país alcanzó la cifra de 692,900 barriles de petróleo diarios, marcando un aumento del 0.2% respecto al mes anterior. Este incremento se ve impulsado principalmente por la vigorosa actividad en Vaca Muerta, que continúa siendo un epicentro clave para la extracción no convencional de hidrocarburos.
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