En ese esquema, Loma Negra aparece como uno de los activos clave a vender para recaudar fondos y atender obligaciones financieras. En junio, Mindlin ya había dado un paso decisivo al comprar —en forma indirecta— el 60% de los créditos que InterCement mantenía con Itaú por unos US$ 45 millones, a través de Generación Argentina S.A.; el 40% restante fue cedido a bonistas externos.
La movida lo posicionó de manera preferente en la mesa de negociación: parte de los préstamos de bancos como Itaú, Bradesco y Banco do Brasil está garantizada con acciones de Loma Negra, donde InterCement posee el 52,14% del capital. El holding busca cerrar un acuerdo para ordenar un pasivo de unos US$ 2.000 millones.
El nuevo plan en discusión contempla la opción “Alienação Loma Negra”, que habilita iniciar la venta de la cementera si el esquema es aprobado y homologado judicialmente. La propuesta incluye la posibilidad de pagar créditos con garantía real por hasta US$ 500 millones mediante la entrega o suscripción de acciones de la compañía.
Además, se prevé contratar un asesor financiero aprobado por el Comité Especial de Acreedores para conducir el proceso de venta. Las ofertas deberán contemplar pago en efectivo, aunque los acreedores podrían presentar propuestas utilizando sus propios títulos de deuda.
Un punto central es el “derecho a primera propuesta” a favor de Mindlin: le permitiría negociar de forma exclusiva su ingreso como nuevo dueño junto a otros acreedores. Si activa ese derecho, InterCement no podrá aceptar ofertas por debajo del precio que proponga el dueño de Pampa Energía durante un período de 18 meses.
El Consejo de Administración de InterCement dirigirá el proceso de desinversión hasta el 30 de septiembre de 2028, siempre que el precio sea superior a US$ 500 millones (o proporcional en ventas parciales). A partir del 1º de octubre de 2028, si no se vendió todo el paquete, los titulares de acciones participativas o títulos convertibles podrán conducir la venta.
El mecanismo habilita distintas vías: transmitir la totalidad o una parte de las acciones de Loma Negra, o vender participaciones de sociedades que controlan indirectamente la cementera.
InterCement Participações (ICP), brazo cementero del grupo Mover, opera plantas en Brasil y Argentina con una capacidad total cercana a 28 millones de toneladas anuales. En los últimos años enfrentó tensiones financieras que derivaron en un perjuicio operativo y un fuerte endeudamiento, detonante del proceso de reestructuración.
Loma Negra, fundada en 1926, mantiene liderazgo en cemento, cal, agregados y hormigón, con operación integrada, reservas de caliza y una red industrial y logística desplegada en todo el país.
De prosperar el esquema, el grupo EMES —presidido por Mindlin— quedaría como principal candidato a adquirir el 54% que aún controla InterCement (directa e indirectamente) en Loma Negra. La operación sería el corolario de la estrategia de toma de posición vía deuda y su posterior canje por capital accionario.
El desenlace dependerá de dos hitos: la aprobación del plan de reestructuración por parte de acreedores y su homologación judicial en Brasil. Si ambos se alinean, Mindlin quedará en la pole position para cerrar la compra de la mayor cementera de la Argentina.
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