La Secretaría de Energía, dirigida por María Tettamanti, supervisará el proceso licitatorio, mientras que Energía Argentina S.A. (Enarsa) será la entidad encargada de llevarlo adelante. El objetivo principal es incrementar la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta mediante la incorporación de 14 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), con una opción adicional de 6 MMm3/d.
Este proyecto, presentado en junio del año pasado, es impulsado por TGS, una compañía co-controlada por Pampa Energía y la familia Sielecki. Se estima que la ampliación del gasoducto demandará una inversión total de aproximadamente 700 millones de dólares.
En la reciente Resolución 169 del Ministerio de Economía, publicada en el Boletín Oficial, se formalizó la delegación a la Secretaría de Energía para la realización de la licitación. Esta instancia permitirá que otros competidores interesados puedan presentar sus propuestas para la ejecución del proyecto.
La licitación pública, que será tanto nacional como internacional, estipula que la operación y mantenimiento del gasoducto y sus instalaciones complementarias estarán a cargo de la empresa que resulte adjudicataria de la ampliación.
El artículo 3 de la resolución establece que Enarsa deberá ceder la capacidad de transporte del gasoducto al ganador de la licitación. Asimismo, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que actualmente emplea la infraestructura para abastecer centrales térmicas, renunciará a cualquier prioridad sobre la nueva capacidad resultante de la ampliación.
El proyecto de TGS tiene como meta que los volúmenes adicionales de gas lleguen al nodo Litoral para el invierno de 2026. Esto permitirá sustituir importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y gasoil con producción proveniente de Vaca Muerta.
La iniciativa contempla dos etapas con marcos regulatorios distintos. La primera involucra una inversión de 500 millones de dólares en el tramo Tratayén-Salliqueló, bajo el amparo de la Ley de Hidrocarburos. Este segmento incluirá la construcción de tres nuevas plantas compresoras.
Por otro lado, en el sistema regulado que opera TGS, se destinarán 200 millones de dólares para la construcción de 20 kilómetros de loops de cañería y una planta de compresión en el Gasoducto Neuba II. Esto garantizará el abastecimiento de gas hacia el Gran Buenos Aires y el Litoral.
El plan de ampliación busca optimizar el transporte del gas extraído en Vaca Muerta, reforzando la infraestructura energética del país y favoreciendo el autoabastecimiento. Además, contribuirá a la generación de empleo y al fortalecimiento del sector hidrocarburífero.
Con esta medida, el gobierno apunta a consolidar la independencia energética del país y reducir la dependencia de combustibles importados. La licitación representa una oportunidad clave para el desarrollo de la industria del gas en Argentina.
El avance del proceso licitatorio marcará el futuro del gasoducto y definirá los próximos pasos para su ampliación, en un contexto donde la energía es un factor estratégico para el crecimiento económico nacional.
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