El impacto económico del gasoducto fue significativo. Desde julio de 2023, el gasoducto inyecta 11 MMm3/día al sistema a un precio promedio de 3,5 US$/MMBTU. Esto ha ahorrado entre 650 y 900 millones de dólares en diez meses al evitar la importación de gas.
Sobre la construcción de una nueva planta nuclear, Royon afirmó que es posible, pero depende de la modernización y eficiencia de la matriz energética. Destacó la necesidad de obras como la reversión del Gasoducto Norte, el segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y los Aprovechamientos Hidroeléctricos del Río Santa Cruz. Estas obras requieren gran capital, lo que es un desafío sin financiamiento a tasas razonables.
Royon destacó que Argentina tiene costos energéticos relativamente bajos gracias a la abundancia de recursos. Sin embargo, es crucial ajustar las tarifas para reflejar los costos de generación y extracción, protegiendo a los sectores vulnerables y fomentando inversiones en infraestructura.
Respecto a una Argentina con energía barata y abundante, Royon es optimista. El potencial energético del país puede abaratar costos si se completan las obras necesarias. Esto incluye gasoductos, electroductos y proyectos de descarbonización con energías eólica y solar, además de aprovechamientos hidroeléctricos.
Finalmente, Royon reconoció que a corto plazo es difícil escalar las energías renovables debido a restricciones sistémicas y sectoriales, como la falta de transporte eléctrico. Acelerando la capacidad de transporte y promoviendo la energía renovable distribuida y el almacenamiento de baterías, se puede avanzar hacia una mayor integración de energías renovables en el Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Royon subrayó la importancia de superar las barreras que impiden el rápido avance de las energías renovables. Entre estas barreras, mencionó las restricciones regulatorias a las importaciones, la falta de acceso a financiamiento y las limitaciones del mercado de capitales. Estas dificultades no solo afectan el desarrollo de proyectos renovables, sino también la capacidad de incorporar nuevas tecnologías que podrían mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sistema energético argentino. Además, la falta de capacidad de transporte eléctrico es un obstáculo crucial que debe ser abordado para permitir una mayor integración de proyectos de energía renovable.
En términos de financiamiento, Royon insistió en la necesidad de buscar fuentes de capital tanto internacionales como nacionales. La inversión privada podría desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la infraestructura energética, pero para ello, el país debe crear un entorno regulatorio y financiero que atraiga a los inversores. En última instancia, la visión de una Argentina con energía barata y abundante es factible, pero requiere un esfuerzo concertado para superar las barreras existentes y avanzar en los proyectos necesarios que transformarán el paisaje energético del país.
Flavia Royon: "Es factible pensar en una Argentina con energía barata"
Flavia Royon, ex secretaria de Minería y Energía, respondió a preguntas de Agencia Paco Urondo sobre el sector energético y sus futuros desafíos. Royon detalló que la obra pública en energía estaba en pleno desarrollo al final de su gestión. En 2023 se construyó y habilitó la capacidad del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, con dos plantas compresoras en construcción para duplicar su capacidad. También avanzaban gasoductos en Salta, La Rioja, la costa argentina y la Patagonia, y más de 30 obras de infraestructura eléctrica estaban en ejecución.
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