Uno de los principales puntos que resaltó el especialista es que poseer recursos naturales no equivale automáticamente a riqueza. En este sentido, comparó la situación de Argentina con la de Venezuela, país que cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo, pero enfrenta una crisis económica profunda. Según Fernández Seppi, la clave del desarrollo no radica únicamente en la cantidad de recursos disponibles, sino en la gestión política y la infraestructura adecuada para su explotación.
En este contexto, el especialista explicó que Vaca Muerta se ha convertido en una de las principales oportunidades de crecimiento para el país. Si bien el yacimiento es conocido a nivel global desde hace relativamente poco, su existencia es de larga data. "Su desarrollo se ha visto frenado por la falta de tecnología adecuada para la extracción mediante fracking, un proceso que hasta hace algunos años resultaba demasiado costoso y requería infraestructura que no estaba disponible", detalló.
Sin embargo, desde 2014 y 2015, la implementación del fracking ha permitido reducir los costos de perforación, haciendo viable la extracción a gran escala. Fernández Seppi subrayó que estos avances han sido fundamentales para posicionar a Argentina en el mapa energético internacional. "Hoy, el país tiene la oportunidad de convertirse en un actor clave dentro del mercado global de petróleo", aseguró.
El fracking, una técnica utilizada para la extracción de petróleo y gas no convencional, consiste en fracturar las rocas subterráneas para liberar los hidrocarburos atrapados en su interior. En Estados Unidos, este método fue adoptado por pequeñas empresas en la cuenca de Permian a partir de 2012, lo que llevó a un crecimiento exponencial de la producción.
Fernández Seppi explicó que este tipo de extracción solo es viable cuando el precio del barril de petróleo se mantiene por encima de los 40 o 45 dólares. "Actualmente, los costos de perforación en Vaca Muerta son comparables a los de Permian, lo que le otorga a Argentina una ventaja competitiva considerable", agregó.
A pesar del crecimiento de la producción, Argentina aún se encuentra lejos de los principales productores mundiales. Mientras que a nivel global se generan más de 100 millones de barriles de petróleo por día, el país produce alrededor de 670.000 barriles diarios, lo que representa menos del 1% de la producción mundial.
Sin embargo, las perspectivas son alentadoras. Según el ingeniero, se espera que Argentina alcance el millón de barriles diarios en los próximos años, lo que permitiría consolidar su presencia en el mercado energético internacional. "El desafío ahora es seguir mejorando la eficiencia y optimizando la infraestructura para aprovechar al máximo el potencial del yacimiento", indicó.
Para lograr este objetivo, Fernández Seppi destacó la importancia de contar con políticas estables y previsibles que fomenten la inversión en el sector. Además, subrayó la necesidad de seguir desarrollando el conocimiento y la tecnología aplicada a la industria petrolera.
Otro de los desafíos que enfrenta el país es la construcción de infraestructura para la exportación de crudo. Actualmente, la producción de Vaca Muerta se destina principalmente al consumo interno, pero aumentar la capacidad de exportación permitiría generar divisas y fortalecer la economía.
Fernández Seppi concluyó que el futuro del petróleo en Argentina dependerá de una combinación de factores, entre ellos, la estabilidad política, la correcta implementación de tecnologías y la eficiencia en la gestión de los recursos. "El país tiene un enorme potencial, pero es fundamental un compromiso serio para desarrollar el sector y asegurar una posición competitiva en el mercado global", afirmó.
En este contexto, Vaca Muerta se presenta como una oportunidad clave para el crecimiento de Argentina. Si el país logra sortear los desafíos técnicos y políticos, podrá consolidarse como un jugador estratégico dentro de la industria petrolera mundial y aprovechar al máximo sus recursos naturales.
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