La operación se concretó en el pozo LTE-1202(h), ubicado en el área Los Toldos Este 2. La maniobra fue posible gracias a la colaboración con dos referentes globales en servicios petroleros: Nabors Industries y Halliburton. Para llevarla adelante se utilizó el equipo de perforación F-36 junto con las tecnologías SmartSLIDE y SmartNAV, que permitieron enviar comandos en tiempo real desde el centro de control a cientos de kilómetros del yacimiento.
Andrés Valacco, Drilling Senior Director de Tecpetrol, subrayó la eficiencia lograda durante la operación. “Se alcanzó una tasa de penetración en modo slide de hasta 30 metros por hora y un tiempo de pre-slide remoto de apenas 4,8 minutos. Este avance demuestra cómo la innovación tecnológica puede transformar el corazón de Vaca Muerta”, explicó.
La apuesta de Tecpetrol por la digitalización y el manejo remoto no es un hecho aislado. Forma parte de una estrategia de largo plazo que la empresa impulsa con el objetivo de maximizar la productividad y fortalecer la seguridad de sus operaciones en la formación no convencional más importante del país.
Los resultados de esta transformación tecnológica ya son tangibles. En Fortín de Piedra, el principal desarrollo de Tecpetrol, se superaron los 1000 kilómetros perforados desde que comenzó la actividad en 2017, una cifra que muy pocos proyectos de shale alcanzan.
Ariel Ochoa, vicepresidente de Perforación y Terminación de la compañía, recordó que la evolución fue posible gracias a una combinación de inversión en tecnología de punta y un equipo humano comprometido con el cambio. “En 2018, perforar un pozo completo llevaba unos 40 días; hoy logramos hacerlo en apenas 21 días, casi la mitad del tiempo. Lo más importante de este logro fue la curva de aprendizaje que transitamos. Nos permitió ganar eficiencia paso a paso y una mejor utilización de los recursos”, destacó.
El Real Time Operations Center, inaugurado por Tecpetrol para supervisar en simultáneo múltiples frentes de trabajo, se consolidó como el eje operativo de la compañía. Desde allí, un equipo especializado monitorea y controla cada etapa de la perforación, aplicando modelos predictivos e inteligencia artificial que optimizan las decisiones en tiempo real.
El proceso requirió superar desafíos técnicos y vencer el escepticismo inicial que implicaba operar pozos de manera remota en un entorno tan complejo. Con el respaldo de proveedores tecnológicos y la experiencia acumulada pozo a pozo, la compañía consiguió consolidar un modelo que hoy es referencia dentro de la industria energética argentina.
La experiencia en Fortín de Piedra mostró que cada proyecto contribuye a perfeccionar los siguientes. La recolección y análisis de datos en tiempo real permitieron ajustar parámetros operativos, reducir tiempos y lograr mayor previsibilidad en los resultados.
A este esquema de innovación se sumó la articulación con más de 50 empresas proveedoras que acompañan cada desarrollo. El trabajo conjunto y coordinado facilita alcanzar estándares operativos cada vez más altos, en línea con los desafíos de la actividad no convencional.
Según Ochoa, el diferencial de Tecpetrol radica en la decisión estratégica de invertir sostenidamente en tecnología avanzada y en el compromiso de un equipo humano dispuesto a transformar la manera de operar. “Tenemos un grupo de profesionales excelente, y además muy abierto al cambio. Eso agiliza mucho cualquier transformación. Es un privilegio trabajar con esta gente”, afirmó.
El hito de la perforación remota no sólo confirma la evolución de Tecpetrol como actor clave en Vaca Muerta, sino que también anticipa un futuro donde la digitalización será protagonista en la industria energética. Para la compañía, el Real Time ya es presente y comienza a escribir una nueva historia de eficiencia y seguridad en la producción de hidrocarburos.