Vaca Muerta es una de las principales reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, albergando la segunda mayor reserva de gas de esquisto y la cuarta de petróleo shale. Se estima que cuenta con 308 billones de pies cúbicos de gas y 16.200 millones de barriles de petróleo, lo que ha convertido a la región en un polo de atracción para inversores.
Durante 2024, la producción de gas shale alcanzó los 64,1 millones de metros cúbicos diarios, representando el 49% del total nacional, mientras que el petróleo no convencional llegó a los 353.000 barriles por día, el 55% de la producción argentina. Este crecimiento ha sido posible gracias a inversiones estratégicas y mejoras en infraestructura.
Uno de los proyectos clave en infraestructura es el "Oldelval Duplicar Plus", que con una inversión de 1.000 millones de dólares ampliará la capacidad de transporte de crudo a 540.000 barriles de petróleo equivalente por día (boepd). Se espera que esta obra entre en operación en el primer trimestre de 2025.
Otro proyecto relevante es el Oleoducto Vaca Muerta Sur, financiado por YPF con 200 millones de dólares en su primera fase. Su objetivo es conectar Loma Campana con Allen y, en una segunda etapa, incrementar la capacidad de transporte hasta 700.000 boepd con una inversión adicional de 3.000 millones de dólares.
En el sector del gas natural licuado (GNL), se destacan dos proyectos en desarrollo. Por un lado, Southern Energy S.A. invertirá 2.900 millones de dólares en un buque licuador ubicado en el Golfo San Matías, con una capacidad inicial de 2,45 millones de toneladas por año (mtpa) y su inicio de operaciones previsto para 2027.
Por otro lado, el Proyecto GNL Argentina prevé construir un gasoducto de 580 kilómetros y una terminal en Sierra Grande. En su primera fase, alcanzará los 10 mtpa, con la posibilidad de expandirse a 30 mtpa en la próxima década, consolidando a Argentina como un jugador clave en el mercado global de GNL.
El informe de S&P Global Ratings resalta que en 2024, Argentina logró revertir 14 años de déficit en la balanza comercial energética, alcanzando un superávit de 4.800 millones de dólares. Se estima que este superávit podría crecer hasta los 12.500 millones en 2026, gracias al incremento de exportaciones de petróleo y gas.
Entre las empresas recomendadas para invertir, S&P destaca a YPF, que lidera la producción no convencional con un 45% de extracción shale. La compañía busca mejorar su eficiencia y reducir costos de extracción, proyectando una disminución de 15,4 a 9 dólares por barril entre 2024 y 2026. Aunque prevé una leve caída en la producción a 475.000 boepd en 2025, anticipa un repunte en 2026 con mayor rentabilidad.
Pampa Energía también se posiciona como una opción atractiva para inversores. La empresa, tercer mayor productor de gas shale, ha aumentado su inversión en petróleo tras adquirir el bloque Rincón de Aranda. Su producción podría escalar de 5.100 a 40.000 boepd en 2027, con un EBITDA estimado de 1.200 millones de dólares en 2026.
Otra empresa en crecimiento es GeoPark, que recientemente adquirió el bloque Mata Mora Norte para diversificar su producción. En 2024, generó 5.700 boepd y planea alcanzar los 20.000 en 2028. Para ello, prevé invertir 250 millones de dólares en exploración y desarrollo durante los próximos dos años.
El informe concluye que el futuro de Vaca Muerta estará determinado por el desarrollo de infraestructura y la estabilidad macroeconómica, dos factores fundamentales para atraer inversión extranjera y consolidar el crecimiento del shale argentino en el mercado global.