El evento, que reunió a representantes de Brasil, Argentina, Paraguay y de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), sirvió de plataforma para debatir soluciones concretas en torno al flujo regional de gas. En ese marco, Silveira remarcó que la cooperación con Argentina es clave para diversificar la matriz energética de su país y reducir costos para los sectores productivos.
“Somos muy optimistas con el potencial del gas de Vaca Muerta, cuyos primeros volúmenes ya han cruzado nuestra frontera. Este es un hito que celebramos”, afirmó Silveira, al tiempo que resaltó el rol del grupo de trabajo bilateral Brasil-Argentina para asegurar un flujo creciente y competitivo del hidrocarburo.
El ministro subrayó que el gas natural no solo es un insumo esencial para la transición hacia una economía más limpia, sino también un motor para reactivar la industria brasileña. En este sentido, consideró fundamental garantizar precios accesibles para que el insumo beneficie a sectores como el transporte, el agronegocio y la producción industrial.
Silveira alertó que los esfuerzos de integración energética podrían diluirse si no se resuelven cuestiones regulatorias y tarifarias. “De nada sirve traer gas barato de Argentina o Bolivia si al entrar al país se encarece”, advirtió. Por ello, defendió una revisión de los costos internos de transporte y distribución en Brasil.
La meta del gobierno brasileño es ambiciosa: importar hasta 30 millones de metros cúbicos diarios de gas argentino para 2030. Para ello, se evalúan inversiones estratégicas como la culminación del gasoducto Uruguaiana-Porto Alegre, que permitiría al estado de Rio Grande do Sul consolidarse como la principal vía de ingreso del gas.
Uno de los temas más destacados de la exposición de Silveira fue el avance en la liberalización de precios de exportación por parte de Argentina, lo cual facilitaría acuerdos directos entre productores y consumidores. “Con una libre negociación de precios, el mercado podría despegar en el corto plazo”, dijo.
Además de mejorar las condiciones regulatorias, el ministro llamó a reforzar el rol de Petrobras en la provisión de gas natural, asegurando que la empresa debe contribuir a una oferta competitiva mediante tarifas justas y reglas de acceso claras a las infraestructuras de procesamiento.
La visión de Silveira no se limita a la competitividad económica. El funcionario vinculó el desarrollo energético con una agenda de justicia social: “Estamos construyendo un país y un continente con energía limpia, justicia social y vida digna para todos”, concluyó.
La tarifa social energética recientemente impulsada por el presidente Lula da Silva, que beneficiará a 60 millones de personas, se enmarca dentro de este enfoque más amplio de democratización del acceso a la energía.
El seminario también contó con la presencia de autoridades clave del sector energético regional, como la secretaria de Energía de Argentina, María Tettamanti; el viceministro de Minas y Energía de Paraguay, Maurício Bejarano; y el secretario ejecutivo de Olade, Andrés Rebolledo Smitmans.
Con estos avances, Brasil refuerza su compromiso con una integración energética regional basada en la cooperación, la eficiencia y el desarrollo sostenible. La apuesta por el gas argentino y la superación de barreras técnicas marcan un nuevo capítulo en la estrategia energética del país vecino.
Brasil impulsa la integración energética regional y apuesta por el gas de Vaca Muerta
El ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, propuso una mayor integración energética entre los países del Cono Sur, con el objetivo de ampliar las importaciones de gas natural desde Argentina. Durante su participación en el seminario “Desafíos y Soluciones para la Integración Gasífera Regional”, el funcionario destacó el papel estratégico del gas de Vaca Muerta para la reindustrialización y transición energética de Brasil.