El RIGI se aplicará a proyectos en múltiples sectores, incluyendo la forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, petróleo y gas. Para ser elegibles, las inversiones deben ser de al menos u$s200 millones, con un mínimo del 40% invertido en los primeros dos años. Entre los proyectos más destacados están la construcción de gasoductos y oleoductos, nuevos puertos exportadores, obras relacionadas con el litio y la energía nuclear, parques solares y eólicos, líneas de alta tensión, pozos petroleros y gasíferos, plantas de tratamiento y minas en alta montaña, aeropuertos, emprendimientos turísticos y hoteleros, ampliación de hornos siderúrgicos y plantas petroquímicas, y la instalación de polos tecnológicos para el desarrollo de inteligencia artificial.
Entre los proyectos más relevantes destacan cuatro iniciativas que lideran el sector energético y minero, con inversiones combinadas de US$ 78.400 millones:
Proyecto de Planta de GNL de YPF y Petronas (US$ 10.000 millones): Esta iniciativa incluye la producción de gas en Vaca Muerta, su transporte y licuefacción para la exportación. Se espera que la primera unidad flotante de procesamiento de GNL comience a operar en 2027.
Proyecto Offshore en Mar del Plata (US$ 40.000 millones): La exploración y explotación de hidrocarburos a 300 kilómetros de la costa bonaerense podría generar inversiones significativas y crear 125.000 empleos. Este proyecto tiene un gran potencial, comparable al de Vaca Muerta, con la capacidad de producir hasta 2 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Proyecto de Hidrógeno Verde de Fortescue (US$ 8.400 millones): Ubicado en Río Negro, este proyecto tiene como objetivo convertir a la región en un polo mundial exportador de hidrógeno verde. Se prevé la producción de 2,2 millones de toneladas anuales para 2050, generando miles de empleos directos e indirectos.
Proyectos de Cobre en San Juan, Catamarca, Salta y Mendoza (US$ 20.000 millones): Seis proyectos de cobre avanzados podrían producir exportaciones anuales de casi US$ 9.000 millones, generando un significativo impacto económico y laboral. Estos proyectos son cruciales para la transición energética, dada la creciente demanda de cobre.
Además de estos grandes proyectos, la Secretaría de Energía de la Nación estima inversiones en exploración y producción de hidrocarburos por US$ 11.400 millones solo en 2024, con un enfoque principal en Vaca Muerta. Este flujo de inversiones subraya el potencial del sector energético argentino y los beneficios que el RIGI podría ofrecer a las compañías involucradas.
La aprobación del RIGI no solo abre nuevas oportunidades para grandes inversiones, sino que también tiene el potencial de transformar la infraestructura energética y minera del país, impulsando el desarrollo económico y tecnológico en múltiples regiones y sectores.
La Planta de GNL, encabezada por YPF y Petronas, se presenta como un pilar fundamental para la estrategia energética del país. Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de US$ 10.000 millones, contempla la construcción de una unidad flotante de procesamiento de gas natural licuado en Vaca Muerta. Esta planta, crucial para la exportación de gas a partir de 2027, refuerza la posición de Argentina como un jugador clave en el mercado global de energía. La capacidad proyectada de exportación de 120 mm3/d para la próxima década no solo significará un incremento en las exportaciones energéticas, sino también una notable generación de divisas y empleo.
Por otro lado, el proyecto offshore frente a las costas de Mar del Plata se perfila como uno de los desarrollos más ambiciosos, con una inversión estimada en US$ 40.000 millones. Este proyecto tiene el potencial de transformar la economía local y nacional, similar a lo logrado por los modelos de Brasil y Noruega en sus explotaciones offshore. Con la posible instalación de hasta 24 unidades flotantes de almacenamiento y descarga en su pico de actividad, la producción podría alcanzar los 2 millones de barriles equivalentes de petróleo. Este proyecto no solo ampliaría significativamente la producción de hidrocarburos del país, sino que también fortalecería la capacidad industrial y tecnológica de Argentina, creando una base sólida para el crecimiento económico sostenible a largo plazo.
Impacto de la aprobación del RIGI en energía y minería (proyectos por US$ 80.000 millones)
La reciente aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) por parte del Senado ha generado un notable entusiasmo en los mercados y en las empresas de los sectores energético y minero en Argentina. Este régimen, de ser ratificado por la Cámara de Diputados, facilitará inversiones significativas en diversos proyectos, que podrían totalizar alrededor de US$ 80.000 millones en la próxima década.
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