Vaca Muerta, un gigante energético en desarrollo, fue uno de los temas más destacados durante el foro. Juan Garoby, COO de Vista, señaló que si bien en la actualidad se exportan 130.000 barriles diarios de petróleo generando ingresos de US$ 3.500 millones, las proyecciones para 2030 son aún más ambiciosas: se espera llegar a 1 millón de barriles diarios, generando ingresos anuales por US$ 20.000 millones. Sin embargo, los desafíos para alcanzar estas metas son significativos, incluyendo la necesidad de atraer inversiones extranjeras y establecer un marco normativo que fomente la exportación y asegure la estabilidad económica.
Jeremy Martin, vicepresidente de Energía y Sostenibilidad del Institute of the Americas, enfatizó la importancia del gas natural de Vaca Muerta para la seguridad energética y recomendó que Argentina se convierta en exportador de GNL a nivel mundial a largo plazo. Martin destacó que Vaca Muerta seguirá siendo un pilar estratégico para cualquier gobierno y exhortó a que el país continúe aprovechando sus recursos energéticos en un mundo que busca alternativas sostenibles.
Ricardo Gutiérrez, presidente de Shell Argentina, Chile y Uruguay, compartió su visión sobre las oportunidades que presenta Argentina en el sector energético. Subrayó la importancia de establecer un marco jurídico competitivo y estable que garantice regulaciones consistentes en el tiempo. Gutiérrez destacó la necesidad de inversiones extranjeras por US$ 10.000 millones a largo plazo y resaltó el papel crucial de una política de Estado que trascienda las administraciones gubernamentales.
La secretaria de Energía, Flavia Royón, abordó la balanza energética y la estabilidad macroeconómica como pilares para el desarrollo del país. Afirmó que se espera un superávit de al menos US$ 100 millones para 2023 y que la energía puede convertirse en uno de los sectores más importantes en la generación de divisas. Sin embargo, Royón también hizo hincapié en la importancia de las políticas de Estado que se construyan desde el diálogo entre distintos ámbitos, incluyendo el legislativo, empresarial y académico.
El presidente de YPF, Pablo González, destacó el equilibrio necesario entre el control de precios de los combustibles y el abastecimiento del mercado. Afirmó que se trata de un proceso complejo y defendió la decisión de controlar los precios para garantizar el abastecimiento y la estabilidad de la red. González también subrayó la importancia de mantener un rumbo firme y previsible en el sector energético, independientemente de los cambios políticos.
El foro también exploró el potencial offshore y las oportunidades que presenta para Argentina. Los expertos resaltaron el enorme potencial de recursos tanto en aguas profundas como en la Cuenca Austral Norte, comparando los recursos con los del shale oil de Vaca Muerta. Los panelistas destacaron la necesidad de avanzar en la aprobación de la licencia social y mantener un diálogo constructivo para garantizar inversiones sostenibles en el tiempo.
AmCham Energy Forum reafirmó la importancia del sector energético para el desarrollo económico de Argentina y la necesidad de establecer políticas de Estado que trasciendan las administraciones gubernamentales. La colaboración entre el sector público y privado se presenta como una clave fundamental para aprovechar el potencial energético del país y avanzar hacia un futuro más sostenible y próspero.
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