La empresa, cuyo nombre significa “bendita tierra”, planea reducir entre un 30% y un 50% los costos operativos en comparación con los que afrontaba YPF. En un año, evaluarán los resultados del modelo aplicado. “Estamos seguros de que se puede operar de manera distinta, con reingeniería de procesos y otra mirada sobre los recursos”, sostuvo Iguacel durante su participación en el webinar “Campos maduros, empresa joven”, organizado por Megsa.
Bentia Energy tomó control de cuatro bloques en el norte neuquino y tres en el sur, todos previamente operados por YPF. La petrolera estatal decidió desprenderse de estas áreas maduras para enfocar su estrategia en Vaca Muerta, el principal polo de desarrollo no convencional del país.
Según Iguacel, para YPF estos campos ya no eran rentables y estaban destinados a la inactividad. “Eran bloques que, como se venían operando, iban a morir. La empresa ni siquiera había tramitado prórrogas, y en dos años quedaban fuera de producción”, advirtió.
El diagnóstico elaborado por Bentia mostró que con las inversiones originalmente previstas —unos 15 millones de dólares— solo se podían obtener cinco millones de barriles adicionales. El plan contemplaba perforar seis pozos nuevos y abandonar 32 existentes.
En contraste, Bentia estima que, con su nuevo enfoque, podrían extraerse hasta 20 millones de barriles equivalentes, con un 65% de petróleo. Esto generaría alrededor de 40 millones de dólares en regalías e ingresos brutos para la provincia, junto con la continuidad laboral para 200 personas en operación y otras 50 en proyectos asociados.
La inversión de 150 millones de dólares se ejecutará en su mayoría durante los primeros cinco años. El plan contempla perforar 34 nuevos pozos, realizar 41 reparaciones y gestionar el abandono de 420 pozos, como parte de un trabajo integral de recuperación y optimización de las áreas.
Además, Bentia apuesta a aprovechar el potencial del gas actualmente reinyectado. “Podemos desarrollar una estrategia comercial para llevarlo al mercado. De cero podríamos pasar a producir hasta 200.000 metros cúbicos”, señaló Iguacel.
Otro eje del plan es la exploración no convencional en Vaca Muerta. La empresa identificó reservas por 250 millones de barriles en los bloques adquiridos. Aunque su extracción presenta desafíos técnicos, Iguacel confía en que un enfoque eficiente podría cambiar el destino de esas áreas.
Actualmente, hay tres pozos en los bloques orientados a Vaca Muerta que fueron perforados por YPF con resultados marginales. Bentia busca recuperar dos de ellos mediante tareas de reactivación e investigación geológica, incluyendo análisis sísmicos, geoquímicos y de perfiles.
En el denominado clúster Norte, compuesto por cuatro bloques, la producción alcanza los 3.250 barriles equivalentes por día, con una participación predominante del petróleo. El área abarca unos 130.000 acres, equivalentes a 520 kilómetros cuadrados, con pocos pozos pero de buena productividad.
Por su parte, el clúster Sur aporta 3.700 barriles equivalentes diarios, con una mayor proporción de gas. Allí se contabilizan unos 220 pozos activos y se prepara una nueva etapa de intervenciones con pulling para los próximos días, consolidando el inicio de una nueva etapa productiva en zonas postergadas.
Bentia Energy invertirá US$ 150 millones para revitalizar áreas maduras y explorar Vaca Muerta
La petrolera Bentia Energy, encabezada por el exministro de Energía Javier Iguacel, presentó un ambicioso plan a diez años con una inversión proyectada de 150 millones de dólares para impulsar la producción de hidrocarburos en áreas maduras de Neuquén y retomar la exploración en Vaca Muerta. La iniciativa abarca siete bloques adquiridos a YPF como parte del Proyecto Andes y busca implementar una nueva forma de operar con foco en eficiencia e innovación.
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