El acuerdo entre ambas compañías no solo implica la transferencia de acciones clase “B”, sino también una compensación estratégica: Tecpetrol cedió su parte a cambio de capacidad de transporte en el tramo del oleoducto que une Loma Campana, en la provincia de Neuquén, con la localidad de Allen, en Río Negro. Este tramo forma parte del sistema troncal de evacuación de crudo de la región.
Según informó YPF a la Comisión Nacional de Valores (CNV), ya se concretó el pago de 13,6 millones de dólares. Esta suma fue saldada mediante la compensación de obligaciones de pago asumidas por Tecpetrol, como parte del Acuerdo de Servicios de Transporte Firme Oleoducto Vaca Muerta Sur – Tramo 1. El saldo restante será abonado dentro de los próximos 15 días mediante una transferencia bancaria.
Con esta operación, YPF refuerza su presencia en la infraestructura crítica de la cuenca neuquina, consolidando su papel como operador principal en uno de los sectores más dinámicos del desarrollo energético argentino. El oleoducto adquirido es fundamental para el transporte eficiente del crudo no convencional producido en la formación Vaca Muerta.
La traza del oleoducto va desde la Planta de Tratamiento de Crudo de Loma Campana, uno de los yacimientos más productivos de la provincia de Neuquén, hasta la Estación de Bombeo en Lago Pellegrini, en territorio rionegrino. Esta línea se encuentra dentro del sistema concesionado a Oldelval, la empresa que administra la red de oleoductos más extensa del país.
La operación consolida la estrategia de YPF de optimizar sus capacidades logísticas en Vaca Muerta, donde lidera la producción de petróleo no convencional. Loma Campana ha sido uno de los principales motores de crecimiento en los últimos años, gracias a inversiones sostenidas en infraestructura, perforación y tratamiento de crudo.
Para Tecpetrol, la venta representa una decisión de focalización en otros segmentos de su actividad energética, al tiempo que asegura su acceso a capacidad de transporte en un ducto esencial para sus operaciones. La compañía continúa activa en la región y mantiene su compromiso con el desarrollo de Vaca Muerta.
El acuerdo también refleja el dinamismo de los activos energéticos en la región, donde la infraestructura cobra cada vez mayor protagonismo ante el crecimiento sostenido de la producción. La disponibilidad y el control de los ductos se han convertido en un factor estratégico para las operadoras.
La consolidación del control por parte de YPF sobre OLCLP también le permite una mayor previsibilidad operativa y comercial en un momento clave para la industria hidrocarburífera argentina. El país apunta a incrementar sus exportaciones de crudo, y para eso necesita garantizar un transporte seguro y eficiente desde los campos hasta los puertos.
Esta adquisición se suma a otras acciones de YPF orientadas a fortalecer su liderazgo en Vaca Muerta, tanto en términos de producción como de infraestructura. La compañía ha sido protagonista en varios proyectos de expansión de oleoductos y plantas de procesamiento en la región.
En el contexto macroeconómico actual, el acuerdo también evidencia la relevancia del sector energético como motor de inversiones y desarrollo regional. Neuquén y Río Negro concentran buena parte de la actividad vinculada al petróleo y gas no convencional, con fuerte impacto en empleo, servicios y actividad industrial.
La operación no solo tiene implicancias empresariales, sino también políticas y estratégicas, ya que refuerza la posición de YPF como principal actor nacional en la cadena del petróleo. Con el control total del oleoducto, la empresa podrá gestionar con mayor eficiencia los volúmenes crecientes de producción.
Finalmente, esta transacción entre dos de las compañías más relevantes del sector demuestra la madurez del mercado energético en torno a la gestión de activos logísticos. El fortalecimiento de la infraestructura permitirá seguir ampliando los horizontes de producción en Vaca Muerta y facilitar la llegada del crudo a los mercados internacionales.
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