El proyecto es impulsado por un consorcio de empresas liderado por YPF, bajo la sigla VMOS (Vaca Muerta Oil Sur), y busca transformar a esta zona del Alto Valle en un verdadero nodo de distribución energética. Su ubicación estratégica, a pocos kilómetros de General Roca y dentro de la jurisdicción de Allen, permitirá una conexión directa con otros sistemas de transporte de crudo.
La cabecera de bombeo estará compuesta por dos grandes tanques de almacenamiento y un sector de válvulas que regularán el flujo del crudo hacia los distintos destinos. Esta instalación funcionará como un “hub” desde donde podrá derivarse el petróleo tanto hacia el sur, con destino a Punta Colorada, como hacia el este, en dirección a Buenos Aires a través de la red de Oldelval.
Oldelval, la empresa que integra a las principales productoras de Neuquén y Río Negro, se encuentra a tan solo unos cientos de metros de la nueva obra. Esta cercanía permitirá una interconexión efectiva entre ambos sistemas de transporte, incrementando la eficiencia logística y ampliando la capacidad de exportación de la cuenca.
El desarrollo de esta infraestructura está a cargo de la firma AESA, una de las compañías de ingeniería y servicios energéticos del Grupo YPF. Actualmente, cerca de 100 trabajadores se encuentran abocados a la construcción de esta cabecera, la mayoría afiliados a la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).
Desde el gremio se destacó el impacto positivo que está teniendo esta obra en el empleo local, sumándose a otras iniciativas vinculadas al oleoducto. En Chichinales, por ejemplo, el consorcio Techint-Sacde –que ejecuta el tramo Allen–Punta Colorada– ya emplea a 250 obreros.
Una vez finalizada, la cabecera permitirá canalizar la creciente producción de petróleo de Vaca Muerta hacia nuevos mercados internacionales a través de un puerto de aguas profundas en el Golfo San Matías. Este esquema logístico forma parte del plan nacional de ampliar la infraestructura energética para aprovechar el potencial exportador del shale argentino.
Punta Colorada, ubicada en la zona de Sierra Grande, será el punto final del oleoducto. Allí se proyecta una terminal portuaria que permitirá la carga de grandes buques petroleros. La conexión entre Allen y la costa facilitará una salida directa al mar desde la cuenca neuquina, sin depender exclusivamente de Bahía Blanca.
Esta cabecera en Allen no solo es un componente técnico del sistema, sino que representa un nuevo centro neurálgico dentro del mapa energético nacional. Su construcción marca un hito en el desarrollo de la infraestructura necesaria para el crecimiento sostenido de Vaca Muerta.
Con esta iniciativa, YPF y sus socios buscan reforzar la posición estratégica de Argentina como exportador de energía. A su vez, se apunta a diversificar rutas y aumentar la competitividad del petróleo no convencional frente a los mercados globales.
Las tareas avanzan a buen ritmo y se espera que la obra esté finalizada en los próximos meses. A medida que se completen los distintos tramos del ducto, el nodo de Allen comenzará a desempeñar un rol cada vez más central en el circuito del petróleo patagónico.
Construyen en Allen la cabecera del Oleoducto Vaca Muerta Sur, un nuevo nodo estratégico para el petróleo
Avanza en la localidad rionegrina de Allen la construcción de una obra clave para la industria petrolera del país: la cabecera de bombeo del Oleoducto Vaca Muerta Sur. Este punto marcará el inicio de un extenso ducto que trasladará la producción desde la formación neuquina hasta Punta Colorada, en la costa atlántica de Río Negro.
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