En una presentación realizada en Nueva York, el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, detalló que las inversiones en producción de petróleo e infraestructura de yacimientos sumarán US$ 11.200 millones hasta 2030. Además, se anticipan ingresos de US$ 7.400 millones para la exploración y producción de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta hasta 2027, complementados con US$ 3.800 millones destinados a nuevas plantas de fertilizantes, agroquímicos, una terminal marítima y ampliación portuaria, así como la reconversión de refinerías.
Por otro lado, el sector del gas natural y gas natural licuado (GNL) atraerá inversiones mayores, estimadas en US$ 35.500 millones, con un plazo de desembolso más corto, de unos dos años. Para 2026, se prevé la inversión de US$ 4.800 millones en la explotación de pozos en Vaca Muerta y US$ 6.800 millones en gasoductos para el abastecimiento interno. También se planea la construcción de plantas de GNL, barcos productores de fluido y gasoductos para exportación, con una inversión de US$ 14.500 millones hasta 2027.
Recientemente, Pan American Energy (PAE) y la noruega Golar firmaron un acuerdo para instalar un buque en el país que permitirá exportar gas de Vaca Muerta a partir de 2027. YPF y la malaya Petronas también planean construir una planta de licuefacción en Argentina, cuya confirmación oficial podría darse en las próximas semanas, impulsada por el RIGI.
En el ámbito de generación y transporte de electricidad, el gobierno anticipa inversiones por US$ 4.600 millones, aunque sin especificar plazos concretos. En cuanto a energías renovables, se esperan US$ 2.000 millones en proyectos de hidrógeno verde hasta 2032, US$ 400 millones en combustibles de aviación sustentables, US$ 300 millones en bioetanol y US$ 600 millones en cogeneración.
Además, el documento de Werning menciona inversiones adicionales de US$ 800 millones de la minera Posco en litio, US$ 300 millones en Sidersa, US$ 250 millones de Genneia y US$ 1.000 millones provenientes de firmas tecnológicas, fruto de la visita de Milei a Silicon Valley.
Argentina posee en Vaca Muerta la segunda reserva mundial de gas natural no convencional y la cuarta de petróleo, lo que representa una oportunidad clave durante la transición energética. El Gobierno de Milei apuesta a que la desregulación del sector y el RIGI disparen las inversiones en hidrocarburos, generando saldos exportables de GNL y fortaleciendo las reservas del Banco Central. Según proyecciones oficiales y privadas, la balanza comercial podría ser superavitaria en al menos US$ 20.000 millones para 2030, si se avanza en esta dirección.
La iniciativa del RIGI, presentada por el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, busca atraer capital extranjero mediante la eliminación de trabas regulatorias y la creación de un entorno favorable para las grandes inversiones. Esta estrategia se basa en la premisa de que un sector energético más liberalizado permitirá una mayor entrada de divisas y la creación de empleos, dinamizando así la economía nacional. Los encuentros con inversores en Nueva York han sido clave para comunicar estas oportunidades y generar interés en los proyectos energéticos argentinos.
Uno de los pilares fundamentales del plan es el desarrollo del gas de Vaca Muerta, que ya ha comenzado a mostrar su potencial con acuerdos como el firmado entre Pan American Energy (PAE) y la noruega Golar para instalar un buque exportador de gas. Este proyecto, junto con la posible construcción de una planta de licuefacción por parte de YPF y Petronas, no solo incrementará la producción sino que también permitirá exportar gas a mercados internacionales, con Brasil como uno de los principales destinos. Estas acciones apuntan a consolidar a Argentina como un actor clave en el mercado global de energía, aprovechando sus vastos recursos naturales.
El enfoque en energías renovables también forma parte integral de la estrategia del gobierno. Con inversiones previstas en hidrógeno verde, biocombustibles y cogeneración, se busca diversificar la matriz energética y alinearse con las tendencias globales hacia la sostenibilidad. Proyectos específicos, como los vinculados a combustibles de aviación sustentables y bioetanol, no solo contribuirán a reducir la huella de carbono del país, sino que también abrirán nuevas oportunidades de negocio y tecnología. En conjunto, estos esfuerzos reflejan una visión de largo plazo para transformar el sector energético argentino en un motor de desarrollo económico y ambientalmente sostenible.
El Gobierno espera inversiones en el sector energético por US$ 54.300 millones gracias al RIGI y el potencial de Vaca Muerta
El Gobierno de Javier Milei proyecta recibir inversiones en el sector energético por un total de US$ 54.300 millones, impulsadas por la desregulación del sector y la implementación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Este ambicioso plan espera que los mayores ingresos provengan del desarrollo de proyectos vinculados al petróleo y, principalmente, al gas de Vaca Muerta.