En el corazón del crecimiento energético argentino, la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) emerge como una pieza estratégica para el cuidado del medio ambiente en esta nueva etapa de fuerte impulso de la actividad hidrocarburífera en Vaca Muerta.
A través del Grupo OAT (Organización de Auditorías Técnicas), la universidad neuquina es la única entidad pública en el país habilitada por la Secretaría de Energía de la Nación como Auditor Ambiental. Su sede en Neuquén, epicentro de la actividad no convencional, refuerza la relevancia de su intervención.
Esta habilitación, formalizada mediante la Resolución 1122/09, le otorga a la UNCo el respaldo legal, técnico y científico necesario para evaluar riesgos ambientales, colaborar con los organismos de control e incluso actuar como perito en procesos judiciales relacionados con presuntos delitos ambientales.
Desde 2010, el equipo multidisciplinario del Grupo OAT ha realizado más de 3.500 auditorías ambientales en instalaciones hidrocarburíferas de todo el país. Sus informes se cargan en el Sistema Generador de Alarmas de la Secretaría de Energía, y tras su aprobación, se transforman en documentación pública.
“Nuestros informes tienen valor legal y no responden a intereses comerciales ni políticos. Son insumos clave para las autoridades”, asegura la Lic. María Eugenia Parolo, jefa del Departamento de Bioquímica del Grupo OAT.
El aporte de la UNCo es solicitado por organismos ambientales, autoridades hídricas y judiciales, y por las propias empresas operadoras. La experiencia, independencia y rigor técnico del equipo universitario hacen que sus informes se utilicen como referencia en tareas de fiscalización e investigación.
Uno de los aspectos más sensibles en el monitoreo ambiental es el control de los recursos hídricos, especialmente en zonas cercanas a cuerpos de agua que abastecen a una gran parte de la población. La cercanía de ductos petroleros al Lago Mari Menuco, Barreales y el río Neuquén genera inquietud entre los habitantes de Neuquén, Plottier, Centenario y Vista Alegre.
Aunque el Grupo OAT no tiene competencia directa sobre los recursos hídricos, sus auditorías incluyen estudios en laboratorios propios. Allí se detectan contaminantes como hidrocarburos, metales pesados y otros compuestos tóxicos que pueden dañar la salud y los ecosistemas si ingresan a napas, lagos o ríos.
La contaminación por derrames y corrosión representa un riesgo ambiental constante. Por eso, el rol preventivo de auditorías rigurosas, con respaldo científico, resulta indispensable. En este sentido, el Grupo OAT subraya la necesidad de un monitoreo ambiental permanente y técnicamente fundado.
La participación de la UNCo no solo garantiza neutralidad y profesionalismo en los controles, sino que también refuerza la confianza ciudadana en los procesos de fiscalización ambiental.
En un país que busca consolidar su matriz energética y posicionarse como exportador global, el desarrollo sostenible requiere acompañamiento científico y una supervisión estatal firme.
La Universidad Nacional del Comahue, con su experiencia, independencia y compromiso ambiental, está preparada para transformarse en un colaborador estratégico del Gobierno provincial y nacional.
Su participación activa podría marcar la diferencia entre un desarrollo energético descontrolado y un modelo sustentable, que priorice la salud de las personas y la protección de los recursos naturales.
Experiencia, ciencia y compromiso: el rol estratégico de la UNCo en el control ambiental de Vaca Muerta
En un escenario de expansión exponencial de la explotación hidrocarburífera, la Universidad Nacional del Comahue se posiciona como el único organismo público homologado como auditor ambiental en la región. Su rol es vital para garantizar que el avance del desarrollo energético no sea a costa del ambiente ni del agua.