La semana pasada, el Gobierno anunció importantes avances. Entre ellos, un acuerdo con Brasil permitirá la exportación de gas desde la cuenca neuquina a partir de 2025. Además, se incorporaron al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) dos proyectos que suman casi US$ 6.000 millones, liderados por YPF y Pan American Energy (PAE).
El proyecto “Vaca Muerta Sur” de YPF incluye una inversión cercana a US$ 3.000 millones para duplicar las exportaciones de petróleo en dos años. Por su parte, PAE y Golar desarrollarán una barcaza de Gas Natural Licuado (GNL) en Río Negro, con un costo inicial de US$ 2.900 millones que podría alcanzar los US$ 7.000 millones en 20 años. Este último proyecto posicionará a Argentina entre los principales exportadores de GNL del mundo.
El impacto regional también es significativo. El Memorándum de Entendimiento firmado con Brasil contempla el desarrollo de gasoductos para exportar hasta 30 millones de metros cúbicos diarios en cinco años, consolidando la integración energética entre ambos países. Aunque las obras estarán a cargo del sector privado, los incentivos fiscales del RIGI se presentan como un factor crucial.
El desarrollo de Vaca Muerta no solo contribuye al ingreso de divisas, sino que también reduce el gasto en subsidios energéticos. Entre enero y septiembre, Argentina exportó energía por US$ 7.995 millones, generando un superávit de US$ 3.709 millones. Este saldo positivo, inédito desde 2015, podría duplicarse en 2025 gracias a nuevos proyectos en la región.
Consultoras como PwC Argentina proyectan un superávit energético de US$ 30.000 millones para 2030, equiparando al sector con el campo argentino en generación de divisas. Este crecimiento, respaldado por reglas claras e inversiones privadas, destaca el potencial geológico único de Vaca Muerta.
El financiamiento privado también ha jugado un rol esencial. En los primeros diez meses de 2024, las Obligaciones Negociables (ON) alcanzaron US$ 7.500 millones, superando la colocación de los tres años previos. Tres de cada cuatro dólares de deuda empresarial provinieron del sector energético, reafirmando su protagonismo.
La estabilidad del tipo de cambio también se beneficia de este impulso. Según la consultora 1816, el superávit fiscal y el desarrollo de Vaca Muerta podrían garantizar un peso fuerte en el mediano plazo, marcando un contraste con escenarios anteriores de devaluación.
En palabras de Ezequiel Mirazón, socio de PwC Argentina, “Vaca Muerta tiene la capacidad de llevar a Argentina a niveles de producción nunca vistos, atrayendo inversiones locales e internacionales.” Este avance refleja un sector estratégico que, con un marco favorable, promete transformar la economía del país.
Las inversiones en Vaca Muerta: clave para el impulso energético y la estabilidad cambiaria
El sector energético argentino está experimentando un notable crecimiento impulsado por inversiones en Vaca Muerta, que se perfilan como un pilar económico fundamental bajo la administración de Javier Milei. Con desafíos como la inflación y la falta de reservas, el sector energético surge como una herencia estratégica que aporta dólares vitales para sostener la estabilidad cambiaria.
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