Se trata del quinto proyecto que obtiene luz verde dentro del RIGI, pero el primero de tipo industrial y el único en ser aprobado en la provincia de Buenos Aires, aun cuando esa jurisdicción no ha adherido formalmente al régimen. La futura acería tendrá una capacidad productiva de 360.000 toneladas por año.
Según consta en la presentación de Sidersa, la inversión está orientada a “incrementar la capacidad de producción de aceros largos, satisfacer una demanda insatisfecha en el mercado local, diversificar la oferta de productos y elevar la productividad mediante la implementación de tecnología de última generación orientada a la sostenibilidad”.
El ministro de economía, Luis Caputo, había anticipado la aprobación de este proyecto el pasado 1 de julio a través de la red social X. Sin embargo, la formalización se concretó recién ahora, a través de su publicación oficial.
El cronograma de obra contempla un plazo de construcción de 36 meses, con finalización estimada en junio de 2028. El 95% del desembolso de capital se realizará durante los primeros dos años, superando los parámetros establecidos por la reglamentación del RIGI.
La iniciativa contempla la generación de 3.800 puestos de trabajo, de los cuales 300 serán empleos directos y 3.500 indirectos. Este proyecto se convierte así en la primera propuesta industrial aprobada en el marco del nuevo régimen de incentivos.
Junto a este anuncio, se suman otros cuatro proyectos ya avalados por el régimen: el Parque Solar El Quemado de YPF Luz en Mendoza, el Oleoducto Vaca Muerta Sur, el proyecto de producción de GNL en barco de Pan American Energy en Río Negro, y el emprendimiento minero de litio de Río Tinto en Salta. En conjunto, estas iniciativas acumulan inversiones por US$ 12.600 millones.
Además, otras nueve propuestas se encuentran bajo análisis por un valor total estimado de US$ 3.900 millones. Entre ellas se destacan el proyecto minero Gualcamayo en San Juan, los desarrollos de litio Sal de Vida en Catamarca y Sal de Oro en Salta, y un parque eólico en Olavarría, provincia de Buenos Aires.
El RIGI fue creado por la Ley Bases, sancionada en julio de 2024, con el propósito de captar inversiones superiores a US$ 200 millones en sectores estratégicos como minería, energía, petróleo, gas, infraestructura, tecnología, forestoindustria, turismo y siderurgia.
Entre los beneficios fiscales se destacan una reducción del impuesto a las ganancias en 10 puntos porcentuales, la exención del pago del IVA mediante crédito fiscal, eliminación de derechos de importación y de la tasa estadística del 3%, así como exención de retenciones a la exportación a partir del tercer año.
Las empresas también podrán descontar del impuesto a las ganancias el pago del impuesto a los débitos y créditos bancarios, un beneficio reservado hasta ahora solo para las pymes. Asimismo, no estarán sujetas a percepciones de IVA ni de ganancias.
En el plano cambiario, el régimen establece que las empresas no estarán obligadas a liquidar divisas provenientes de sus exportaciones luego del tercer año. También podrán litigar eventuales conflictos ante el CIADI, organismo internacional con sede en Washington.
Este esquema otorga una estabilidad fiscal de 30 años para quienes adhieran, asegurando un marco normativo inalterable durante ese período. Esa garantía, sumada a los beneficios impositivos, cambiarios y regulatorios, configura una plataforma especialmente atractiva para grandes inversores.